Mérida, 14 Febrero; poderycritica (Notimex).- Ritmos latinos que mueven cuerpos pintados de fantasía, colores eléctricos y luces de neón que iluminan la noche festival, almas que se entregan sin condición a la alegría, dan cuenta del inicio de los paseos del Carnaval y su “Fantasía Caribeña”.
La Noche de Fantasía se pinta de naranja, azul, verde y amarillo mientras hábiles caballitos de mar se mecen y cabalgan entre anemonas gigantes que buscan incesantes el movimiento de las olas sonoras.
Hombres y mujeres de la tercera edad siguen a los caballos marinos, enfundados en trajes rumberos, con movimientos vigorosos y cadenciosos, ante el aplauso del público que se ha dado cita e Plaza Carnaval, el sambodronomo yucateco ubicado en las instalaciones de la Feria Yucatán, en Xmatkuil.
A la festividad de la edad de oro, sigue la alegre inocencia de las personas con discapacidad intelectual, ataviadas con sus trajes de osados corsarios y piratas que van a la conquista del aplauso de las palabras de felicitación, inclusos amorosas de una bella reina o un apuesto capitán de fragata.
Simpáticos lémur verdes van en busca del reinado del dios Momo, mientras angelicales de guacamayas hembras, con hermosas galas azules, rosas o verdes retan con sus movimientos alados los exuberantes paisajes que ofrece a cinta Río.
Tras los reyes infantiles Dianela Vallado Ferráez y Edson Arath Pérez Arceo, un enorme carro alegórico con motivos de aves exóticas como guacamayas, dieron paso a la reina Marsha Ramírez Martínez “Marsha I” en el que también se desplegaban las banderas de Colombia.
Los motivos selváticos, con una enorme fiera felina recordaron la riqueza cultural del Panamá con su cuerpo de baile “Playa Tradición” quienes portaban con gallardía lo hombres y mucha coquetería las mujeres, el traje típico nacional y al frente de ellos su bandera nacional.
República Dominicana navegó por las calles del derrotero carnestolendo con una enorme embarcación en el que se podían ver a niñas y adolescentes bailando al son de los bailes modernos, en los que Pitbull pregunta ¿Qué será lo que quiere el negro?
La magia de la hermana República de Cuba no podría faltar en un carnaval caribeño, con un carro alegórico que lleva la esfinge de un mulato sonero y sus bongos, en el que los reyes de la discapacidad motriz Ingrid Buenfíl Lizama «Ingrid I» y Arley Alberto Chan Angulo saludaban junto con la reina de la tercera edad, Soledad Beatriz Novelo Sosa «Soledad I».
En la “Travesía Caribeña” medusas doradas con sus tentáculos multicolores se hicieron presentes, al igual que feroces tiburones que se balanceaban de un lado a otro para devorar a las personas de rostros adustos o faltos de espíritu festivo.
Monstros marinos también bailaron al son de los silbatos que por ratos se confundían y por otros se fundían, con los intensos ritmos de las batucadas de empresas refresqueras, cerveceras y de productos diversos.
Jóvenes que retan al viento con sus artes marciales brasileñas, ciclistas que realizan suertes con sus “naves” y en lo que el cuerpo del compañero también es utilizado para superar el reto, también desfilan de dan muestra del gran Poder Joven.
Aros con fuego que se desliza en forma circular en el cuerpo de una bella dama, zancos con los que las extremidades del hombre se alargan a igual que sus saltos vigorosos, también forman parte de la noche de Fantasía que avanza a su fin.
Una 75 mil almas se han congregado en Plaza Carnaval, espera de que el cuerpo ceda por esta noche, para recargar pilas y entonces, la noche del sábado, dar rienda y paso a una nueva travesía, una travesía caribeña.