PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Durante la inauguración del nuevo centro de detención de inmigrantes “Alligator Alcatraz”, ubicado en la zona pantanosa de los Everglades, la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, compartió un incidente inusual relacionado con un detenido por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).
Acompañada por el expresidente Donald Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, Noem relató que uno de los migrantes arrestados durante un operativo comenzó a autolesionarse mientras era trasladado para su deportación. Según su versión, el individuo habría intentado «comerse a sí mismo», lo que obligó a las autoridades a retirarlo del vuelo y brindarle atención médica inmediata.
“Este es el tipo de personas peligrosas que han estado en nuestras calles, y que las nuevas políticas están buscando retirar del país”, comentó Noem durante su intervención. El caso fue presentado como un ejemplo extremo de los desafíos que enfrentan las agencias de seguridad en el cumplimiento de la ley migratoria.
El centro “Alligator Alcatraz”, recién inaugurado, está diseñado para albergar hasta 5,000 personas con antecedentes penales. Su ubicación remota, rodeada de fauna silvestre, busca —según autoridades— reducir intentos de fuga y facilitar deportaciones de manera más eficiente y económica.
Este complejo forma parte de una estrategia más amplia enfocada en el fortalecimiento de la seguridad fronteriza. “Queremos agradecer a los agentes de ICE y de la Patrulla Fronteriza por su labor diaria. El presidente Trump está comprometido con garantizar la seguridad de los ciudadanos”, concluyó Noem.