Tabasco, 06 junio; poderycritica.-El exgobernador, Andrés Granier Melo, aseguró que todas las acusaciones en su contra sobre un presunto quebranto financiero de su administración, a causa de desvíos de recursos, fueron una ficción y una venganza política de su sucesor, Arturo Núñez Jiménez.
Al reaparecer públicamente tras seis años, luego de ser detenido a mediados de junio de 2013 en la Ciudad de México por autoridades federales, apuntó que no dejó en quiebra a Tabasco, aunque sí hubo problemas en el Sector Salud hacia el final de su gobierno en 2012.
Granier Melo, quien fue alcalde de Centro (Villahermosa) de 2001 a 2003 y gobernador de 2006 a 2012, expuso que Núñez Jiménez buscó una venganza política en su contra por razones que se remiten a mucho tiempo atrás, cuando no pudo ser gobernador en su primer intento y le hizo reclamos.
Del tiempo que permaneció recluido, la mayor parte en la Torre de Tepepan, comentó que vivió un infierno aunque mucha gente no lo cree así, “no la pasé muy bien, pero soy gente de fe”, expresó el exgobernador.