BRASIL,07 Diciembre;poderycritica.-La máxima instancia judicial de Brasil dirimirá hoy el conflicto entre los poderes Legislativo y Judicial creado como consecuencia del caso del presidente del Senado, Renan Calheiros, imputado por malversación de fondos.
El legislador rechazó el martes ser apartado del cargo de presidente del Senado, a pesar del dictamen de uno de los magistrados de la Corte Suprema. El plenario del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil decidirá este miércoles si Calheiros aliado del presidente brasileño Michel Temer en su plan de reformas y recortes, mantiene el cargo o es separado. El caso de Calheiros, un hábil político que acumula 11 causas judiciales en el STF, algunas por corrupción, provocó un enfrentamiento entre los poderes Legislativo y Judicial, y abrió una “crisis institucional” en un Brasil que desde 2015 es azotado por la recesión.
El juez de la Corte Suprema, Marco Aurelio de Mello, dictaminó el lunes por la noche que Calheiros imputado por malversación de fondos, fuera apartado del cargo; al estar impedido de figurar en la línea de sucesión del poder. Sin embargo, Calheiros, apoyado por parte de los senadores, rechazó acatar la orden judicial hasta que el plenario del STF –que cuenta con 11 jueces, algunos de ellos muy politizados, se manifieste al respecto la tarde de este miércoles. Otro de los magistrados del STF, Luis Roberto Barroso, acusó esta mañana a Calheiros de cometer un “crimen de desobediencia o un golpe de Estado”. “Dejar de cumplir una decisión judicial es crimen de desobediencia o golpe de Estado”, aseveró Barroso.
Calheiros, que termina su mandato al frente de la Cámara Alta a finales de enero próximo, es considerado como fundamental para que el Ejecutivo de Temer apruebe un controvertido paquete de reformas y recortes con vistas a frenar el déficit fiscal antes del inicio de las vacaciones veraniegas. En caso de que Calheiros sea depuesto hoy, quien asumirá será el senador Jorge Viana, del opositor Partido de los Trabajadores (PT), formación de Dilma Rousseff que se opone frontalmente a la reducción de los beneficios sociales como educación y salud pública.
El cambio en la jefatura del Senado podría afectar la agenda de votaciones de las reformas, algo que preocupa mucho al presidente Temer, porque Brasil está en vísperas de que el Legislativo inicie las vacaciones veraniegas a mediados de diciembre.