Por: Psic. Karla Cecilia Aguilar Marin #poderycritica
A unos días de la muerte del actor Robin Williams, recordemos una de sus aportaciones hacia la comunidad LGBTTTI, con la película “The Birdcage” versión estadounidense de la película Franco-Italiana “La cage aux falles” o “La jaula de las locas”, dirigida por Mike Nichols.
Sin duda alguna un film en el que no pararás de reír, y que en 1996 inundó las pantallas cinematográficas con uno de los temas de mayor controversia, que hasta finales del siglo XX y principios del siglo XXI, era rechazada por la comunidad conservadora/cristiana de la sociedad estadounidense.
Sin embargo y a muy a pesar de las críticas, este films se volvería un clásico, entre la comunidad LGBTTTI, abarcando temas como la homosexualidad, el travestismo, la transexualidad y la familia homoparental. Y año en el cual, la idea de “matrimonio homosexual” se convertiría en el tema de moda en Estados Unidos, pero no fue sino hasta el 2004 que existe el primer estado que permitiría el matrimonio a parejas del mismo sexo, otros países como Vietnam legalizaría el matrimonio gay en el mismo año (1996) y en 1999 en Sudáfrica recalcarían la importancia de que la completa igualdad incluye la posibilidad de adopción, custodia y paternidad de niños, así como el reconocimiento total de las relaciones lésbicas y gay. En nuestro país no fue sino hasta marzo del 2010 que entra en vigor la ley que fundamenta el matrimonio entre personas del mismo sexo la cual, es lícita en el Distrito Federal y puede ser reconocido en el resto de la República Mexicana.
Hoy en día se sabe que la homosexualidad al igual que cualquier otra preferencia genérica, no es afectada por medios sociales, es decir, rompamos con el mito de que son personas que en su infancia fueron abusadas sexualmente, o perturbados de alguna forma. La preferencia de género al igual que la identidad sexual es algo que ya se trae de nacimiento. Sin embargo no somos individuos 100% biológicos también somos seres sociales, y está puede involucrarse más, en lo que creo ser o lo que me dijeron, que debo ser, sino más bien participa como una limitante en mi propio autoconocimiento, en lo que no he descubierto aún que puedo ser. Lo importante es que te reconozcas y no dejes que los prejuicios y las creencias sociales hagan “corte” en tu propia película, ¡que es tu vida!