México, 19 Diciembre; poderycritica.- Con el programa «Sembrando Banderas» el PRI se coloca a la cabeza de una cruzada por la reconstrucción de valores entre niños y jóvenes mexicanos, a fin de fortalecer la identidad nacional y la paz, destacó Beatriz Pagés, secretaria de Cultura de ese instituto político.
Al abanderar en Nezahualcóyotl, Estado de México, las escoltas de 84 planteles de educación básica de ese municipio, subrayó que dicho programa pretende sembrar banderas en la conciencia y el corazón de los estudiantes, porque constituyen el símbolo nacional más importante, al que hay que entender, querer y valorar.
En la escuela primaria «Francisco I. Madero» de la colonia Vicente Villada, cuyo director es Juan Rodríguez Amaro, la integrante de la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfatizó que la cruzada servirá para formar ciudadanos con valores.
Quienes se olvidan del amor a la bandera terminan cometiendo actos de violencia y no les va bien, porque un héroe de verdad respeta la ley, a sus padres y maestros, y principalmente es solidario con quienes le rodean, aseguró, ante alumnos de preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y educación para adultos.
Resaltó que debido a que hay escuelas que nunca han tenido acceso a una bandera, la Secretaría de Cultura a su cargo impulsa el programa «Sembrando Banderas», que representa decir sí a la paz, el cual han llevado a zonas rurales e indígenas de Guerrero, Estado de México, Veracruz, Oaxaca y del Distrito Federal.
También acudió al centro de la delegación Milpa Alta del Distrito Federal, donde entregó lábaros patrios a ocho escuelas de nivel básico que asistieron en representación de los 12 pueblos de esa demarcación.
En un acto cívico que destacó por su emotividad, la secretaria de Cultura de la dirigencia priista y los asistentes escucharon la letra del Himno Nacional en lengua náhuatl, a cargo del grupo indígena local «Xoxolco».
En el acto, Beatriz Pagés entregó granos de maíz a cada uno de los alumnos de las escoltas abanderadas, y explicó que simbolizan vida, paz y armonía, pero también respeto a la legalidad, libertad e identidad.
«Les entrego estas semillas para que en su corazón florezca la paz; para que en su escuela, en su casa y en la calle, ustedes digan no a la violencia en cualquiera de sus manifestaciones y no a las drogas. En lugar de drogas y violencia, sembremos banderas y digamos sí a la paz», concluyó.