Rusia, 21 junio, poder&crítica.-La selección argentina cayó por goleada contra Croacia en un contundente 0-3. Un error del arquero Willy Caballero puso en desventaja a los dirigidos por Jorge Sampaoli, quienes pese a la lucha se vieron vencidos tras esa anotación.
Después, dos contragolpes croatas derrumbaron las ilusiones de Argentina. Uno fue capitalizado por Modric y otro, al minutos 90, por Rakitic.
Con el triunfo, Croacia clasificó a octavos de final. Por su parte, Argentina depende de ganarle a Nigeria en el último partido del grupo y deberá esperar otros resultados.
Croacia pasó por encima de Argentina para meterse en octavos y dejar en una situación muy comprometida a la Albiceleste, en la que Messi no estuvo a la altura. Enfrente, Modric dio un recital secundado por un Rakitic de nota.
No tiene la culpa del fallo de Caballero ni del pobrísimo juego de Argentina, pero el partido de Messi contra Croacia no está a la altura de su nivel. Desconectadísimo del juego, apenas tuvo un remate a puerta tras un rechace que sacó Rakitic. Con el paso de los minutos su figura se fue haciendo más pequeña, devorada por el resultado, la clasificación, la presión un país que siempre le exigió más de lo que puede dar pero que este jueves sí puede pedirle cuentas. No puede ganar él solo, pero puede hacer mucho mas.
Una de las jugadas no ya sólo de este Mundial, sino de la historia de las copas del Mundo. Caballero que intenta sobrepasar a Rebic por alto y el balón se queda corto. El croata no esperó y según recibió encañono para marcar el 0-1. Willy sabía desde mismo momento que había un antes y un después en su carrera desde esa jugada.
Luka Modric dio un recital de fútbol para llevar a Croacia a su segunda victoria y a octavos de final. El madridista limpió prácticamente cada jugada que pasó por sus pies y su despliegue defensivo fue digno de un stopper. El 10, que ya marcó en el estreno, lo bordó hasta coronar su partidazo con un golazo como el de Old Trafford. Uno de los mejores del mundo y del mundial.
No se recuerda una imagen así. Un árbitro, en este caso el uzbeco Ravshan Irmatov, haciendo el gesto del piscinazo para explicar que no ha pitado nada porque el jugador en cuestión se ha tirado. Enzo Pérez buscó la falta con Brozovicy se dejó caer. Messi y Mascherano corrieron a protestar e Irmatov que, impasible, tiró de brazos. Lenguaje universal, no le hizo falta decir nada más.
La primera parte fue una colección de pisotones. Mandzukic a Otamendi, Tagliafico al primero… pero los más duros sin suda fueron el de Rebic a Salvio, que mereció amarilla y encendió al banquillo de Argentina con Sampaoli a la cabeza, y el de Meza a Vrsaljko. Brutales.
Enzo Pérez desperdició la ocasión más clara de la noche. El ex del Valencia se encontró un balón muerto y sin portería, pero su remate se fue desviado. El panorama podría haber cambiado completamente para Argentina de haber embocado.
Fuente:El Tiempo/Marca