México, 22 Abril; poderycrítica (Notimex).- Con una carrera que va en ascenso en Europa, el tenor mexicano Óscar de la Torre, quien regresa a su país para ofrecer tres presentaciones, en las ciudades de León, Monterrey y Aguascalientes, aseguró que México es potencia mundial en la exportación de cantantes de ópera.
“Resulta muy satisfactorio saber que cada vez hay más ejemplos de intérpretes que conquistan escenarios de todo el mundo, comprobar que en México se producen voces hermosas, y no escuchar solo cosas negativas del país”, expresó el tenor que hace ocho años dejó México para “picar piedra” en Alemania, donde radica actualmente.
El cantante ya se encuentra en la ciudad de León, Guanajuato, donde interpretará al “Príncipe Ramiro” en la ópera “La cenicienta”, el próximo sábado en el Teatro Bicentenario, para luego viajar a Monterrey con el “El barbero de Sevilla”, los días 29 de abril y 1 de mayo.
“Estoy muy contento de regresar a México con dos óperas de Gioacchino Rossini; además, de último momento se ha confirmado mi presentación con la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes, el próximo 13 de mayo en el Teatro Aguascalientes, donde interpretaré arias de Mozart”, detalló el tenor en entrevista con Notimex.
Indicó que ser un mexicano que se abre camino en el extranjero implica mucho esfuerzo y una responsabilidad, “el primer acercamiento con un país distinto al tuyo siempre es difícil, porque no conoces a nadie, no dominas el idioma, no conoces la cultura y tienes que luchar contra todas esas adversidades”.
Son esas circunstancias, añadió, las que ayudan a reafirmar el carácter que se necesita para salir adelante, “no todo es miel sobre hojuelas, no siempre hay éxitos, estar en esta carrera implica muchos sacrificios, como estar lejos de tu familia, no ir a fiestas, tener toda la disciplina, cuidarte, trabajar, estudiar y tocar muchas puertas”.
De la Torre consideró que el mundo de la ópera ha cambiado, “no es el mismo que hace 20 años, no basta con tener talento, ahora quieren que los cantantes sean jóvenes y bonitos, que canten y actúen bien, lo que implica tener una mayor preparación”.
En ese sentido, indicó que su carrera sigue en ascenso, pero que debe seguir preparándose y no bajar la guardia, “porque para destacar en el mundo de la ópera no solo se necesita tener buena voz, se necesita templanza y madera, uno recibe golpes y debe tener el carácter para salir adelante.
“Yo me fui a Alemania con mis propios recursos, ya estando allá recibí una beca del Fonca para creadores escénicos con trayectoria y eso me permitió continuar estudiando”, recordó el tenor, quien después del aprendizaje y crecimiento que ha tenido en los últimos años aseguró tener una visión distinta sobre su carrera.
“Mi esencia sigue siendo la misma antes y después de Europa, pero ahora vivo las cosas de manera distinta, ahora regreso a mi país con más seguridad y solidez gracias a que he tenido la oportunidad de estudiar con reconocidos profesores y compartir el escenario con personalidades de talla internacional”, apuntó.
Y es que el tenor ha estudiado con maestros del Metropolitan Opera House de Nueva York y ha tomado Masterclass con Francisco Araiza, Erika Kubacseck, Danusa Luknisova y Sharon & Arthur Spinetti, así como con Giacomo Aragall, Montserrat Caballé y Eva Randova, entre muchos otros.
Ha cantado al lado de figuras como Edita Gruberova, Plácido Domingo, Giacomo Aragall, Francisco Araiza, Kurt Rydl, Paolo Gavanelli, Josep Bross, Marco Armiliato, Pietro Rizzo, Alexander Rahbari y Antony Hermus, por mencionar algunos.
Sobre su decisión de forjar una carrera en el mundo de la ópera, Óscar de la Torre recordó que cuando era joven estaba en la disyuntiva entre ser futbolista o cantante de ópera, pues mientras estudiaba en la Escuela Nacional de Música, también formaba parte de las reservas de Pumas.
“Pero me incliné por la música porque la carrera de un futbolista es muy corta y vi como a algunos compañeros se lastimaban los tobillos o rodillas, entonces preferí ser cantante”, anotó.
Ahora, De la Torre tiene una agenda llena de presentaciones para este y los próximos dos años, así como la grabación de por lo menos dos discos más. “Se está cocinando un disco con canciones finas de compositores mexicanos y un disco de música sacra en español”.
Después de sus presentaciones en México, viajará a Suiza para ofrecer dos conciertos con repertorio italiano, para luego ir a Roma y participar en el Festival Internacional de Música y Arte Sacro, a realizarse en noviembre próximo.
Además de una serie de conciertos con la Plovdiv Philharmonic Orchestra; Frankfurter Sinfoniker Orchester; la invitación para realizar una gira con “Carmina Burana” en Alemania, así como galas de Ópera y el estreno mundial del oratorio “Aleluya”, de Oswaldo Cruz, en Múnich.