México, 19 febrero; poderycritica.-Por tener un sistema cruel, obsoleto y caro, el Gobierno federal cerrará la prisión de las Islas Marías. El Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que liberará a 200 de los 659 reos que quedan en el núcleo penitenciario; el resto será reubicado.
Las cuatro islas, ubicadas a 110 kilómetros de las Costas de Nayarit, de las cuales sólo una está habitada, serán convertidas en un centro cultural y de educación ambiental. La cárcel se fundó en 1905 en la Isla María Madre. Cuando Panamá cerró su colonia penitenciaria en la Isla de Coiba en 2004, la de las Islas Marías permaneció como la última de este tipo que seguía operando en América.
López Obrador dijo que el nuevo centro cultural en el archipiélago llevará el nombre del escritor José Revueltas, quien estuvo encarcelado ahí y escribió la novela “Los muros de agua”.
“Es una historia de castigos de tortura, de represión a lo largo de más de un siglo”, señaló López Obrador sobre la cárcel, que en 2003 llegó a tener ocho mil reclusos.
Lejos de la sangrienta reputación de sitios como la Isla del Diablo, hacia el final, la cárcel de las Islas Marías albergaba a muchos reos de buen comportamiento para los que se consideraba que la “prisión sin muro” era un paso hacia su liberación o rehabilitación.
Aunque el turismo en masa no acudía debido a que había una cárcel, las islas sufrieron una grave degradación ambiental por su uso como colonia penal durante más de un siglo, remarcó Ramón Ojeda Mestre, quien de 2000 a 2004 fungió como director del Programa de recuperación ambiental del archipiélago.
Ojeda Mestre se esforzó en reforestar la isla con maderas nobles tropicales, que en gran medida habían sido derribadas para construir la colonia penal y amueblarla. También luchó para expulsar de las islas deshabitadas a perros, gatos y cabras no nativos. “Perdimos muchas boas porque (los reclusos) las mataban para hacer cinturones con las pieles”.
Esa fue una de las muchas industrias que surgieron, y los reos también hacían bebidas alcohólicas caseras a base de fruta fermentada.
En riesgo por la existencia de la colonia penal también estaba el perico “Tres Marías” de cabeza amarilla, el cual no se encuentra en ninguna otra parte. “Los loros los capturaban los internos para venderlos. Los sacaban clandestinamente sus familiares para venderlos”.
La lucha de Ojeda Mestre formó parte de un plan inicial para transformar la colonia penitenciaria en una reserva natural, pero ese plan sucumbió en 2005 ante lo que posteriormente llegó a conocerse como la guerra de México contra las drogas. El Gobierno argumentó que necesitaba más espacio en las cárceles.
Los recorridos de 12 horas en bote que los familiares tenían que soportar para poder visitar a los reclusos eran “crueles”, señaló Ojeda Mestre, quien consideró que la decisión de cerrar el penal “es una extraordinaria noticia que realmente debe de regocijar a todos”.
En general, en el Continente Americano se dio la espalda a esas prisiones aisladas. Chile cerró su cárcel en la Isla Santa María a fines de la década de 1980, mientras que la colonia penal de Costa Rica dejó de operar en 1991. Y la Isla Grande de Brasil hizo lo propio en 1994. Perú puso fin a su prisión de El Frontón de forma drástica en 1986: buques artillados destrozaron la mayor parte de las construcciones para sofocar un motín matando a más de 100.
En Estados Unidos, la famosa prisión de Alcatraz, en San Francisco, fue cerrada en 1963.
Las colonias penales en islas fueron utilizadas en todo el mundo desde el siglo XVIII como sitios remotos a prueba de fugas. Actualmente, las prisiones federales de México no están saturadas, lo que hace que el cierre de la prisión en la isla sea más concebible.
El bautizo
Las Islas Marías fueron descubiertas por Hernán Cortés en 1532, inicialmente bautizadas como “Las Magdalenas”.
En 1857, Vicente Álvarez de la Rosa fue el primer hombre en solicitar un contrato para poder explotar el archipiélago, el cual fue deshecho por el Gobierno de Benito Juárez. Tiempo después fueron vendidas a Tepic, Nayarit, en 1879, por 45 mil pesos.
Aunque era un lugar paradisíaco donde se pudo tener una gran oportunidad de explotar el turismo en México, fue en 1905, luego de la venta al Gobierno federal, cuando el Presidente Porfirio Díaz fundó la colonia penal de las Islas Marías, que existe hasta la actualidad.
Los presos más relevantes
José Revueltas, de 1922 a 1935. Escritor de ideología comunista.
Concepción Acevedo, conocida como “Madre Conchita”, de 1929 a 1940. Religiosa acusada de ser la autora intelectual del asesinato de Álvaro Obregón.
Pancho Valentino, de 1957 a 1977. Luchador profesional que asesinó a un cura.
Ricardo Martínez Perea, preso desde 2012. General de brigada y ex comandante del Ejército.
Jorge Hernández Castillo, “El Guamas”, es el recluso con más años en las Islas Marías, quien ingresó el 03 de julio de 1986. Fue egresado por traslado a la casa de medio camino en la Ciudad de México en 2015, lugar donde falleció.