Estados Unidos, 5 Febrero; poderycritica.- La ONU ha instado este viernes a los países afectados por el virus del zika a garantizar el acceso a métodos anticonceptivos y al aborto.
«Las leyes y políticas que restringen el acceso a los servicios de salud sexual y reproductiva vulneran las leyes internacionales y deben revisarse urgentemente», ha reclamado el alto comisionado para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein.
Las embarazadas, debido a la posible asociación del zika con la microcefalia fetal, son el principal grupo de riesgo del virus que ha puesto en alerta global a las autoridades sanitarias.
En América Latina, donde se concentra el brote, la mayoría de los países restringen, o directamente prohíben, la interrupción voluntaria del embarazo.
El responsable de Derechos Humanos ha urgido a los Gobierno a tomar medidas concretas para que las mujeres tengan información, soporte y servicios para ejercer su derecho a decidir sobre su maternidad.
Algo extremadamente difícil para las más de 24 millones de mujeres que carecen de acceso a métodos anticonceptivos modernos en la región. América es una de las regiones más restrictivas del mundo en materia de derechos reproductivos.
Allí, siete países criminalizan totalmente el aborto —una prestación sanitaria que no se autoriza ni siquiera para salvar la vida de la mujer—.
Y tampoco en los países en los que se autoriza por malformación fetal o cuando hay riesgo para la salud de la mujer el acceso está garantizado.
«En situaciones donde los servicios de salud sexual y reproductiva están penalizados, o simplemente no están disponibles, los esfuerzos para detener esta crisis no darán resultado si se coloca el foco en pedir a las mujeres y niñas que eviten quedarse embarazadas», ha apuntado Al Hussein en un comunicado, en el que ha recalcado además que ese no sólo es un consejo poco realista, también es controvertido en una región como América, en la que la violencia sexual contra la mujer es un problema creciente.
La critica del alto comisionado se dirige directamente a los Gobiernos que, como El Salvador o Ecuador, han aconsejado a sus ciudadanas que no se queden embarazadas; una recomendación que no ha ido acompañada, además, de ninguna medida para fomentar la planificación familiar.