México,09 octubre;poderycritica.-La Selección Mexicana quiere el boleto para Copa Confederaciones, por lo que la lista definitiva para su duelo ante Estados Unidos incluía a los mejores elementos, entre ellos los hermanos Dos Santos.
Giovani y Jonathan estarían juntos una vez más, tal como cuando tenían seis y cinco años y jugaban por Nuevo León en torneos nacionales; sin embargo, una lesión causó la baja del hermano mayor y dejo al Tricolor con el que, pueden estar seguros, es el más fuerte de los Dos Santos, o eso es lo que revela el pasado de estos elementos.
Un par de décadas atrás en la vida de los hermanos Dos Santos, Gio solía destacar más por su agilidad pero el que lucia más frágil, mientras Jona tenía mayor temple y nunca se achicaba con nada ni con nadie, así lo aseguró su exentrenador.
Carlos Alberto Cabral, entrenador de los Dos Santos durante tres años desde 1995 en el equipo Caribú, habló para Mediotiempo desde lo que queda del campo de entrenamiento del que algún fue el Colegio Liceo Contry de Monterrey, sitio donde practicaban los hijos de Zizinho; y reveló algunas anécdotas, donde queda definido el carácter de ambos jugadores.
Gio era el motor del equipo en la ofensiva, había momentos en que se tenía confianza, al grado de asegurar que le daría el triunfo a su escuadra. «Si íbamos perdiendo se acercaba conmigo, me decía ‘¿cuánto vamos?, 2-0, ahorita los empato’, quedamos 4-2, hacía tres goles y un pase».
Esa confianza lo llevó a destacar desde pequeño, peleó por el título de goleo en la Liga llamada AIFAS, pero se le presentó un obstáculo que sólo podría vencerlo con humildad y compañerismo, ya que empatado con las mismas dianas estaba un elemento de su mismo equipo. «La mamá de Giovani le dijo ‘ya no se la pases tanto a él porque van de líder de goleo los dos, hazla tú, no la cedas a él'», pese a ese consejo, Gio colaboró con su compañero y ambos ganaron el cetro de dianas.
Aunque pudo superar esa barrera, Giovani no dejaba de ser más frágil que su hermano; «sabía que Gio muy fácil iba a quitar el balón al contrario, podía poner un centro como con la mano; Jona era el contención, el todo terreno, quitar balón, destruía lo del rival y construía a la ofensiva, se apoyaba con su hermano, se barría, se levantaba, tenía un poco más carácter que Giovani, de temple era más fuerte, creo que sigue siendo más fuerte que Giovani en ese aspecto2.
«Jonathan siempre ha sido de temple más frío, más fuerte; de Giovani tuve algunas anécdotas, era un niño un poquito frágil; si un niño por querer quitarle el balón lo tumbaba o él caía mal, se le venía su nivel futbolístico abajo, podemos entenderlo como que es normal por ser niño, pero Jonathan no, Jonathan si lo tumbaban dos, tres veces, se levantaba las mismas veces», contó.
Tanta era la fragilidad del mayor de los Dos Santos que, por los nervios, llegaba hasta las lágrimas, mientras que a Jona nada lo hacía sentir incómodo.
«Cuando llegamos a pelear la Final en San Nicolás para el pase al Nacional, nos toca ir ganando 1-0 (con gol de Gio), casi al final del partido nos empatan y nos vamos a penalties; ‘Jonathan, tú abres’, me volteó a ver y dijo ‘yo meto gol’… se me acercó Giovani, llorando por nervios, él iba a tirar de tres o cuatro, y me dijo profe quiero tirar pero no me pongas al principio; Jonathan es toda frialdad, estadio lleno y no lo achicabas».
Los dos hermanos destacaron de la mano, estuvieron representando a Nuevo León en varios nacionales, fueron invitados por el Club de Fútbol Monterrey, pero algo no les pareció a sus padres y ni duraron ni el año con Rayados; fue después de esto, ya casi a la edad de 11, 12 años, que viajaron a Francia representando a México y fue en ese certamen donde visores de Barcelona los vieron y firmaron; a partir de ahí, todo el país comenzaría a hablar de los hermanos Dos Santos.