En días pasados, leímos en medios impresos y digitales acerca del conductor de una pipa cargada de azufre, que embistió a un vehículo que presuntamente pretendía asaltarlo en la carretera Cárdenas-Coatzacoalcos; ¿El resultado? Los asaltantes muertos, su vehículo destrozado y el conductor de la pipa dado a la fuga.
Y es que de manera cada vez más cotidiana nos enteramos de casos similares, con reacciones bastante parecidas por parte de quienes se enteran: “Que Dios me perdone, pero se lo merecían” “Bien merecido se lo tienen” “Yo hubiera hecho lo mismo” “De que lloren en su casa..”, etc,etc.
Esto demuestra el hartazgo social existente ante la escasa o nula intervención de las autoridades y la disposición de la sociedad de tomar la justicia en sus manos, pero esto derivaría en una situación de anarquía, situación fomentada en parte por AMLO y sus fieles morenos, lamentablemente el gobierno, en sus 3 órdenes no hacen nada por revertir esta situación.
Salvo el vecino estado de Yucatán, donde se percibe de forma muy distinta el tema de la inseguridad, todo el país está sumido en un marasmo político-social que genera condiciones de inestabilidad en todos los ámbitos de importancia en una entidad.
PATEAR NUESTRA SUERTE O LOS MARAVILLOSOS GOBERNADORES
El mejor publicista que ha tenido México en su historia, se llama Donald Trump.
Ha logrado las mismas manifestaciones de apoyo y de intenciones de establecer relaciones comerciales con México, que de repudio en su contra.
Países que ni siquiera sabíamos que existían, hoy quieren comprarnos y vendernos cosas, pero ¿Qué demonios estamos haciendo nosotros para aprovechar esta coyuntura?
Debemos de cambiarnos el chip, volvernos ciudadanos globales, no tenerle miedo al comercio exterior, apostar a nuevos mercados y empezar a desprendernos de la dependencia estadounidense.
Yo veo a un Ildefonso Guajardo muy tranquilo, muy ecuánime, tomando la amenaza del muro y los aranceles muy en serio, pero en su justa medida, no vaticinando catástrofes sino buscando soluciones es como conseguiremos un crecimiento constante y sostenido, así que: ¡Manos a la obra!