PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Ocho años después del fallecimiento del legendario músico Prince, el escenario legal que rodea su legado se ve envuelto en una nueva disputa entre sus herederos y dos antiguos asociados comerciales.
La batalla se materializó en una demanda presentada el miércoles ante un tribunal en Delaware, donde cuatro herederos del artista se enfrentan a dos excolaboradores en un enfrentamiento por el control de Prince Legacy LLC.
Esta empresa, una de las dos creadas en 2022, tiene la responsabilidad de administrar el patrimonio valuado en 156 millones de dólares del aclamado músico fallecido.
Primary Wave, que posee la otra mitad del patrimonio directamente, no está involucrada en la disputa.
El proceso de liquidación del patrimonio de Prince ha estado plagado de conflictos legales, en gran parte debido a la ausencia de un testamento por parte del artista, quien falleció en 2016.
Prince, conocido por su lucha por el control de los derechos de su música en vida, dejó un legado musical vasto que ha sido objeto de diversas disputas desde su muerte.
La demanda, obtenida por Variety, fue presentada por L. Londell McMillan y Charles Spicer, antiguos asociados del artista en la década de 1990. Alegan que cuatro miembros de la familia de Prince han estado tratando de excluirlos de Prince Legacy LLC, violando un acuerdo previo y poniendo en riesgo la preservación y protección del legado de Prince.
McMillan y Spicer argumentan que los demandados carecen de experiencia en negocios y gestión, así como en la industria de la música y el entretenimiento.
Afirman que su intervención podría causar daños irreparables al negocio de Prince Legacy, afectando la buena voluntad de la empresa, las relaciones existentes y las fuentes de ingresos.
La demanda señala a las medias hermanas de Prince, Sharon Nelson y Norrine Nelson, junto con su sobrina Breanna Nelson y sobrino Allen Nelson, como los demandados. Ninguno de ellos ha brindado declaraciones sobre el tema a los medios internacionales.
Entre las alegaciones de la demanda, McMillan y Spicer sostienen que Sharon y Breanna intentaron vender sus participaciones en la empresa a Primary Wave sin el consentimiento de todos los miembros y luego buscaron modificar los estatutos para facilitar dicha venta.
Además, afirman que Sharon intentó reemplazar al personal de Paisley Park, el extenso estudio-residencia de Prince, y que Breanna realizó intentos de contrataciones significativas sin consultar a la empresa.
Con información de Reforma