Río de Janeiro, 25 Mayo; poderycrítica (Notimex).- La revelación hoy de una nueva grabación oculta, comprometiendo al presidente del Senado brasileño, en su intento de frenar las investigaciones de corrupción, volvió a alborotar a Brasil, donde la sociedad asiste desde noviembre a la erosión de credibilidad política con intrigas dignas de ‘telenovela’.
Dos días después de que un ministro del Gobierno de Michel Temer tuviera que dimitir por un asunto similar, el presidente del Senado, Renan Calheiros, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), está en el centro de la polémica.
La grabación revelada este miércoles, cuyo autor es el exsenador Sergio Machado, quien se sospecha tendría en su haber varias conversaciones grabadas subrepticiamente para salvarse él mismo de una eventual condena por corrupción, apunta a que altos estamentos políticos del Estado brasileño habrían maniobrado para contener la Operación Lava Jato, sobre la corrupción en la estatal Petrobras.
El audio, transcrito por el diario Folha de Sao Paulo, expone a Calheiros diciendo que es necesario acabar en Brasil con las “delaciones premiadas de presos” en la Operación Lava Jato.
La “delación premiada” es un recurso que ha utilizado extensivamente la policía y la fiscalía brasileñas para obtener información privilegiada de las tramas corruptas, ya que ofrecen al imputado una reducción de la pena a cambio de colaborar con las autoridades contando todo cuanto sabe de la trama y aportando pruebas de ello.
Este tipo de acuerdos, contemplados en la ley brasileña desde 2013, son justo los que han permitido avanzar a pasos agigantados en la Operación Lava Jato, que ha imputado o investigado a más de 60 políticos de primer nivel, como el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, el presidente del Congreso, Eduardo Cunha, y Renan Calheiros, quien tiene varias causas abiertas en el Supremo Tribunal Federal.
Con el potencial efecto expansivo, el audio divulgado este día también revela que, según Renan, el líder de la oposición, el senador Aécio Neves, quien perdió la última elección presidencial frente a Dilma Rousseff, “estaría con miedo” ante las revelaciones.
El presidente del Senado, cuarto en la línea sucesoria de poder, también dice en la grabación que algunos de los 11 jueces del Supremo Tribunal Federal (STF) “no negocian con Dilma Rousseff porque están ‘cabreados’ con ella”, en una aparente referencia a su incapacidad por frenar su juicio político en la máxima instancia judicial del país.
El lunes el ministro de Planificación, Romero Jucá, hombre cercano al presidente Temer y presidente del PMDB, tuvo que dimitir por la divulgación de unas grabaciones hechas por Machado en las que evocaba incluso la necesidad de provocar la caída del Gobierno de Rousseff para “detener la sangría” política generada por la Operación Lava Jato.
De hecho, las grabaciones de este tipo ya afectaron de lleno al Gobierno de Rousseff: en noviembre el senador del Partido de los Trabajadores (PT) Delcidio Amaral fue detenido luego que se filtraran audios en los que aparecía intentando comprar el silencio de un delator arrestado por la policía.
En marzo, en pleno apogeo de la crisis política, la conversación telefónica entre Rousseff y Lula en la que supuestamente la presidenta le enviaba un documento que le nombraba ministro como garantía de que no podía ser detenido escandalizaron al país.
Es en este contexto de revelaciones inesperadas, es que los comentaristas políticos en Brasil tildan de ‘telenovela’, en el que el Gobierno de Temer no consiguió frenar la crisis política y recuperar la confianza de los mercados, tras casi 15 días en el poder.
Ello, porque según analistas, las grabaciones y su enorme potencial desestabilizador empañan cualquier iniciativa del nuevo Ejecutivo, como por ejemplo el paquete de medidas para combatir el déficit fiscal.
“El desarrollo de la Operación Lava Jato y sus desdoblamientos provoca reacciones en el mercado. Se percibe que pueda haber más denuncias contra miembros de la base del Gobierno”, explicó a Notimex el economista Francisco Pessoa, de la consultora LCA.
“Cada vez que hay una incertidumbre que genera dudas sobre si el Gobierno de Temer acabará el mandato provoca una reacción superlativa del mercado”, explicó, en reacción a las oscilaciones en los principales índices de la Bolsa de Sao Paulo y del real, la moneda brasileña.