Por: La Nauyaca Popalera
La inesperada cordialidad del candidato de Morena, a Gobernador del Estado de Tabasco, con todos los grupos políticos y económicos ha generado grandes expectativas.
La narrativa anticipada de sus cercanos auguraba una persecución incansable contra los personajes del actual régimen, según sus dichos bastaría con parecer afín a los adancistas para ser señalado, perseguido o al menos marginado. Una cacería de brujas al puro estilo de la santa inquisición en el trópico y en pleno siglo XXI.
Esta semana “El Hombre” como se refieren a él sus cortesanos se reunió con diversos grupos de empresarios y políticos, muchos de ellos etiquetados como adancistas y otros hasta simpatizantes de la oposición. Todas estas reuniones han transcurrido en franca cordialidad y con lo que parece una genuina intención de construir el respaldo ciudadano a un plan de gobierno.
Si bien es cierto que todas las voces informadas sobre política afirman que el próximo Gobernador de Tabasco se llamará Javier, también lo es que el período previo a la toma de protesta es una oportunidad de oro para socializar su proyecto, es el momento estratégico para familiarizarse él y su equipo con los asuntos del estado y de diseñar soluciones con tiempo y sin prisa.
De continuar con esa disposición Don Javier logrará apuntalar una agenda apoyada por los sectores y en siete años de gobierno se pueden lograr muchas cosas. Quizá a los tabasqueños nos convenga más no tener un candidato, sino un Pre-Gobernador.