Francia, 23 Diciembre; poderycritica.- El presidente de Francia, François Hollande, exhortó hoy a la ciudadanía a no “entrar en pánico” tras los recientes tres ataques, sin embargo el gobierno reforzó la seguridad con el despliegue de 300 soldados más durante las fiestas navideñas.
Los ataques en Joue-les-Tours, Dijon y Nantes “no tienen relación entre sí a pesar de tener parecido”, dijo Hollande desde Saint-Pierre et Miquelon, un archipiélago en América del Norte, frente a las costas canadienses de Terranova, donde se encuentra de visita.
Por petición de Hollande, el primer ministro, Manuel Valls, presidió este martes una reunión de emergencia del gabinete para analizar los últimos sucesos y la amenaza terrorista sobre Francia, a pesar de que las autoridades han aclarado que no existen motivaciones ideológicas.
El gobierno acordó, entre otras medidas, sumar entre 200 y 300 militares en las próximas horas a los 780 que ya integran las patrullas desplegadas en lugares públicos con motivo de las fiestas navideñas.
Las patrullas estarán encargadas de vigilar áreas de grandes centros comerciales, zonas turísticas o monumentos, donde es alta la afluencia de gente, así como también estaciones ferroviarias y de medios de transporte público suburbano.
Además, el gobierno optó por evitar, en la medida de lo posible, las patrullas estáticas o que un agente trabaje en solitario en las zonas públicas.
“hay que proteger al público, a los franceses, a pocas horas de la Navidad, pero también a los agentes públicos, objetivos declarados de ciertos grupos terroristas”, aseveró Valls al término de la reunión ministerial.
Poco antes, el primer ministro aseguró que no hay ninguna relación entre los ataques registrados en los últimos días en las ciudades de Nantes, Dijon y Joue-les-Tours.
“Cada uno, dentro de su singularidad, es grave y preocupante. Y pese a que no hay un vínculo entre ellos, puedo entender la preocupación de los ciudadanos”, dijo en la emisora Europe 1, en la que aseguró que, aunque no hay que minimizarlos, tampoco precipitarse a la hora de calificarlos.
El primer ataque ocurrió el sábado pasado, cuando un joven de 20 años entró en una comisaría de la ciudad francesa de Joue-les-Tours e hirió con un cuchillo a varios policías al grito de “Alá es el más grande”, antes de ser abatido por las fuerzas de seguridad.
El segundo tuvo lugar el domingo cuando un conductor arrolló con su automóvil a varias personas en la ciudad de Dijon, al grito de “Allahu Akbar” (“Dios es grande”, en árabe) e hirió al menos a 14 peatones, antes de ser detenido por la policía, según el diario Le Monde.
Más tarde, otro hombre impactó su vehículo contra un grupo de personas en un mercado de Navidad en la ciudad de Nantes, hiriendo a otras 10 peatones, antes de apuñalarse.
Las autoridades creen que los dos últimos casos estuvieron motivados por un desequilibrio mental grave, mientras que en el primero la Fiscalía sí contempla una motivación religiosa o terrorista.