El Mundial de Rusia 2018 no corre peligro. Según anunció FIFA en un comunicado, el país europeo, a pesar de los conflictos políticos mantiene, será la sede de la próxima Copa del Mundo, a la cual pidió no boicotearla.
«La historia demostró que boicotear eventos deportivos o establecer políticas de aislamiento o confrontación no es lo más efectivo para solucionar los problemas», indicó el comunicado.
El máximo organismo agregó, en el texto: “Estamos convencidos que a través del fútbol podemos cambiar de formar positiva el mundo, pero no puede verse como una solución para todo, particularmente con esos temas relacionado con la política mundial”.
De esta forma, dejó en claro que pese los últimos conflictos que sufre el país europeo en la frontera con Ucrania, la Copa del Mundo se jugará allí dentro de cuatro años.