Ciudad del Vaticano, 12 mayo; poderycritica.-Por primera vez, una pequeña delegación representará al Vaticano en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, como invitada especial del comité organizador el próximo 5 de agosto en Río de Janeiro, Brasil.
En entrevista, Melchor Sánchez de Toca, funcionario del Pontificio Consejo de la Cultura, reveló que la invitación surgió de un vínculo reforzado en los últimos tiempos entre la Santa Sede y el Comité Olímpico Internacional (COI).
«El COI será uno de los patrocinadores del gran encuentro que tendrá lugar en octubre próximo en El Vaticano sobre el tema deporte y fe, y han querido, como una deferencia, invitar a una delegación de tres personas a la apertura de los Juegos de Río», explicó.
Aclaró que la comitiva es de carácter institucional y no para participar en la justa mundial. Al mismo tiempo, anticipó que la voluntad del Vaticano es mantener una relación estable con el mundo de las instituciones deportivas.
Consideró que puede existir un «beneficio recíproco muy grande», ya que la Iglesia puede «aprender mucho» del mundo del deporte y de sus valores, además de poder aportar aspectos positivos al mundo deportivo que, muchas veces, «se ve amenazado por dinámicas extrañas».
Por lo pronto, el encuentro de octubre contará con la presencia del presidente del COI, Thomas Bach, y de atletas destacados.
«La idea es reflexionar juntos sobre el deporte y la fe. ¿Qué pueden hacer las instituciones deportivas y las instituciones religiosas al servicio del hombre?», explicó Sánchez de Toca.
Anticipó que la conferencia se articulará con base en tres temas fundamentales: inclusión, inspiración e implicación, analizando la relación entre el deporte y la fe en el servicio a una vida humana más plena, para crear comunidad, superando barreras de lengua, raza y capacidad humana.
Este día se presentó en El Vaticano un acuerdo entre el Comité Paralímpico Italiano y el Pontificio Consejo de la Cultura por el cual el cuartel general de los atletas «azurri» estará ubicado en la Parroquia Inmaculada Concepción de Río de Janeiro.
El clérigo aseguró que se trata de una «intuición genial», en el espíritu del Papa Francisco, de tal manera que la «Casa Italia» de la delegación paralímpica no será montada en un prestigioso country club o en un hotel de lujo en el centro, sino que será llevada a la realidad local.
Explicó que se valoraron diversas opciones, por ejemplo colegios, y al final se identificó una parroquia que reunía las características adecuadas para que, en sus salones, se instalarán zonas para entrevistas, acogida, comedor y conferencias.
«El deporte paralímpico es una prueba de cómo el deporte puede ayudar a las personas a superar sus limitaciones impuestas por accidentes, enfermedades. Son historias de valor, superación, esfuerzo», estableció.
«La parroquia se beneficiará mucho de la presencia de atletas paralímpicos y viceversa, los atletas se beneficiarán de la vitalidad de la fe de una iglesia carioca», apuntó.