Poder y Crítica | Redacción | Por segundo día consecutivo, los ejidatarios de Xcalakoop y Pisté mantuvieron el bloqueo que impide la llegada de turistas a la zona arqueológica de Chichén Itzá, en exigencia del cumplimiento de un pliego petitorio que solicita garantías para poder trabajar y obtener ganancias por el uso de las tierras.
Pese a los intentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) por entablar una mesa de diálogo con los manifestantes, no ha habido resultados, pues los vendedores de artesanías, prestadores de servicios turísticos y agricultores de poblados como Pisté, San Antonio Nuevo, Xcalakoop y Ticimul piden la remoción del director de la zona arqueológica, Marco Antonio Santos Ramírez, así como de su jefe de custodios, Arturo Gutiérrez, y otros trabajadores a los que describen como “la mafia de Chichén Itzá”.
El bloqueo comenzó desde las primeras horas del lunes 2 de enero, debido a que, según los inconformes, desde que Santos Ramírez ocupó el cargo ha tratado mal a los comerciantes y les impide ofertar sus productos en esa zona arqueológica que más turistas recibe durante el año.
Los bloqueos fueron instalados a las afueras de la localidad de Xcalakoop y a la altura del Colegio de Bachilleres de Pisté, sobre la carretera libre Mérida-Cancún. Como barrera colocaron piedras, ramas, llantas, otros objetos y sus propios cuerpos.
Un trato injusto para los comerciantes locales en Chichén Itzá
Entre los inconformes se encuentra el ejidatario de Xcalakoop, Celso Caamal, quien explicó que desde meses atrás la administración de la zona arqueológica busca reubicar a los comerciantes locales para construir un mercado de artesanías en los terrenos del antiguo aeropuerto de Chichén Itzá.
Lo anterior, aseguró, es una injusticia para privilegiar el ingreso al parador turístico de empresas prestadoras de servicios y vendedoras de artesanías provenientes de Quintana Roo y Valladolid, lo cual dejaría sin ingresos a más de dos mil personas y sus familias, de los poblados mencionados.
De igual forma, denunciaron presuntos actos de corrupción por parte de la directiva de la zona arqueológica, a través de supuestos recorridos exclusivos para turistas que se hospedan en los hoteles Lodge y Mayaland, los cuales cuentan con una entrada propia a Chichén Itzá.
En dichos recorridos, denunció Arturo Ciau, secretario de Asuntos Indígenas de las organizaciones campesinas de Yucatán, se permite que los visitantes suban las escalinatas del castillo de Kukulkán e ingresen al subterráneo donde se encuentra la estatuilla del jaguar sagrado.
No hay diálogo con el INAH
Para atender las peticiones, el INAH intentó organizar una mesa de diálogo este martes, pero no tuvo éxito, debido a que únicamente avisaron a dos de los 12 líderes que están de acuerdo con la manifestación y el bloqueo.
Esta acción fue tomada por la mayoría de los manifestantes como un intento por dividirlos y provocar enfrentamientos al interior de la protesta, con el objetivo de levantar el bloqueo.
No obstante, los ejidatarios de Xcalakoop y Pisté aseguraron que no se reunirán con los representantes del INAH hasta que no se concrete la destitución del director Santos Ramírez y no levantarán el bloqueo hasta que no haya una mesa de trabajo.
El INAH respondió que se mantendrán respetuosos de las manifestaciones y buscarán que se concrete la mesa de trabajo en la que impere el diálogo práctico y respetuoso.
Tomarán otras medidas
Ante la falta de una solución y las “presiones” orquestadas por Santos Gutiérrez, los manifestantes de Chichén Itzá aseguraron que tomarán medidas adicionales al bloqueo realizado en los alrededores de la zona arqueológica.
Entre estas se encuentra la toma del Centro INAH Yucatán en Mérida, a partir de este miércoles. Además, adelantaron que el próximo viernes una comisión de ejidatarios viajará a la Ciudad de México para buscar una reunión con representantes del gobierno federal para solicitar la destitución del director de la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Por lo pronto, Chichén Itzá permanece custodiada por 50 elementos de la Guardia Nacional para garantizar la seguridad de las instalaciones federales. De igual forma, el INAH informó que la presencia de este cuerpo de seguridad federal brindaría seguridad a los turistas que deseen ingresar al sitio arqueológico, pero a nadie se le permitió el acceso.