México, 22 Diciembre; poderycritica.- Mil cien fosas clandestinas ligadas al crimen organizado han sido contabilizadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de 2009 a la fecha.
“Llevamos un promedio de al menos mil 100 fosas en muchas de las regiones del país en los últimos seis años”, reveló a Crónica Luis García López, titular hasta el 31 de diciembre próximo de la Primera Visitaduría, encargada de dar seguimiento a violaciones en materia de seguridad pública y de coordinar el Programa Especial sobre Presuntos Desaparecidos.
Los hallazgos involucran a más del 90 por ciento de las entidades federativas.
“Si de repente en un lugar encontramos una fosa clandestina, y algunos metros adelante encontramos otra, y luego en el camino encontramos restos óseos, entonces ya no sólo hablamos de un lugar específico, sino que ya van en crecimiento la zonas, nos parece que hay un problema muy grave en el país que se debe investigar”, refirió García.
El organismo ha detectado un incremento exponencial de narcofosas a partir de 2009, pues antes de este año los registros se medían en decenas. Pero en los últimos años los conteos han ido en un rango de 100 a 250 inhumaciones ilegales cada año.
“En todos aquellos lugares donde aparecen fosas clandestinas con un número indeterminado de cadáveres, no se ha podido identificar quiénes son las víctimas, lo cual obliga a todas las instituciones a reforzar sus acciones en el tema, como una medida urgente para saber por qué se están presentando cada vez más”, dijo el aún visitador.
Los descubrimientos masivos -en el lapso investigado- se concentran en entidades como Guerrero, Michoacán, Veracruz, Morelos, Tamaulipas y el Estado de México.
En un rango medio se ubica a Durango, Coahuila, Jalisco, Nuevo León, Chihuahua, Sinaloa, Guanajuato, Oaxaca, Jalisco, Sonora, Baja California, Quintana Roo, Hidalgo, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Colima, Campeche, Nayarit y Querétaro.
La incidencia es más baja en el Distrito Federal, Chiapas, Tlaxcala, Yucatán, Puebla y Baja California Sur.
La CNDH espera que la cifra se incremente, pues aún procesa todos los datos de fosas localizadas en Guerrero en los últimos tres meses, a raíz de la búsqueda de 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, el 26 de septiembre pasado.
Según García, pese al aumento desbordado de narcoexcavaciones, las autoridades de todos los niveles de gobierno carecen de un protocolo de investigación y seguimiento al tema:
“La pregunta es cuántos hallazgos más de este tipo iremos encontrando, con el propósito de definir cómo se identificarán los cuerpos, cómo se protegerán los derechos de los familiares de acuerdo a lo establecido en los estándares internacionales y qué autoridades serán las encargadas de las investigaciones”.
El registro de estos casos se basa en información proporcionada por procuradurías generales de justicia de todos los estados, comisiones estatales de derechos humanos y delegaciones de la Comisión en toda la república, además de quejas, denuncias ciudadanas y seguimiento periodístico. (Daniel Blancas Madrigal)
“Hemos ido reforzando los requerimientos que hacemos a diversas autoridades de procuración de justicia y servicios médicos forenses respecto de cadáveres no identificados que llegan a estas instituciones, a veces la respuesta de muchas de estas instancias es más lenta que en otros casos”, puntualizó García, quien propuso para los siguientes años trabajar de forma integral en la prevención:
“La estrategia tendría que ver con la educación en materia de derechos humanos y la eficiencia de servidores públicos en los rubros de seguridad pública y procuración de justicia”.