Poder&crítica.- “Habana, porque tu perfume tan extraño me apasiona”, cita el cantante argentino Fito Páez en una de sus canciones, en tan solo una de las variadas canciones que diversos artistas le han dedicado a la capital cubana. Y es que hoy “La Habana” está de fiesta, ya que en este mes de noviembre cumple 500 años de su fundación, un hecho trascendente y para tal efecto las autoridades cubanas prepararon toda una serie de eventos para festejar, para celebrar en grande con mucha alegría, fiesta, magia, color y sabor, tal como sólo los cubanos lo saben hacer.
Esta celebración no pasa inadvertida para los mexicanos y es que entre Cancún, por ejemplo, sólo hay una hora de diferencia con la célebre “Habana Mía”. “Hoy en día cualquier cancunenses puede ir a Cuba y regresar mañana mismo, Cuba no sólo es sol y playa sino que tenemos ciudades coloniales que datan desde hace 500 años”, explicó Xiomara Martínez Iglesias, consejera de Turismo de Cuba en México. Mencionó que Cuba y México tienen un hermanamiento especial, por eso el interés de promover con fuerza en México los 500 años de La Habana Detalló que Cuba cuenta con 72 mil cuartos y se tiene el plan de llegar a 120 mil habitaciones hacia finales del 2020.
Dijo que México es el primer país en América Latina como emisor de turismo hacia Cuba. UN POCO DE HISTORIA La historia de La Habana comienza oficialmente el 16 de noviembre de 1519. Ese día el adelantado español Diego Velázquez de Cuéllar da por fundada la sexta villa de la isla, San Cristóbal de La Habana. En la Plaza de Armas se celebró la primera misa y el primer cabildo en la recién fundada villa.
No fue hasta 1561 cuando la Corona Española decidió construir fortificaciones en la bahía, para utilizarla como atracadero de sus barcos. Una vez fortificada la bahía, las siguientes construcciones que se hicieron en La Habana tenían como objetivo el embellecimiento de sus calles y el asentamiento de las más variadas órdenes religiosas provenientes de la Madre Patria. En 1563 fue tanta la importancia que adquirió La Habana, que se trasladó el gobierno y la capitalidad de la isla desde Santiago. Pero no fue hasta el año 1592 cuando el rey Felipe II de España le concede el título de ciudad.
Durante siglos mantuvo esa relevancia estratégica que la convirtió, no sólo en la ciudad más importante de Cuba, también lo era de toda Latinoamérica. A mediados del siglo XIX, era tan fructífero el comercio en la isla que se decide construir el primer ferrocarril español. Eran 50 kilómetros que unían La Habana con Güines, para transportar azúcar y tabaco. Ese fue el siglo dorado de la ciudad, en esa época se construyeron la mayoría de palacetes, teatros y otros edificios que aún hoy adornan sus calles.
El 20 de mayo de 1902, España firma la independencia definitiva de Cuba, pero los Estados Unidos pasaron a controlar desde la sombra al gobierno de la isla. A partir de entonces La Habana se convirtió en una especie de Las Vegas del Caribe. En aquella época se construyeron lujosos hoteles y casinos que embellecieron la ciudad. No fue hasta enero de 1959, cuando los revolucionarios comandados por Fidel Castro dieron un golpe de estado que acabó con la dictadura de Fulgencio Batista, hombre de confianza de los americanos. Desde entonces se instauró un régimen socialista que nacionalizó todas las empresas y propiedades de la clase alta. A partir de la década de los noventa Cuba se volcó con el turismo, desde entonces es la principal fuente de ingresos del país. Miles de turistas pasan cada día por La Habana para descubrir sus encantos coloniales. En 1976 el gobierno cubano declaró el centro histórico de la ciudad Monumento Nacional. Por su parte la Unesco lo nombró Patrimonio de la Humanidad en 1982.