Cada día es más recurrente y desesperante el cúmulo de malas noticias emanadas del municipio de Cárdenas, que si secuestraron a una empleada de una automotriz o ejecutaron a uno o varios ciudadanos, involucrados o no con actividades delictivas, que si extorsionaron a fulano o le cobraron el derecho de piso a sutano.
¿Las autoridades?
Ni sus luces
Sin embargo, este pueblo que parecía sumido en un coma profundo, acostumbrado a los sufrimientos, de manera estoica, sin pronunciar palabra, parece empezar a despertar de su letargo.
Hoy la sociedad no parece tan inmune. Parece entender que lo que hoy le sucede a unos, mañana me puede suceder a mí y empieza a actuar en consecuencia. Grupos como Cárdenas Unidos empiezan a ser de crucial importancia en el sentir de la ciudadanía, que harta de la inoperancia de las fuerzas del orden y de la impasibilidad, por decir lo menos, de Rafael Acosta León ante la imparable y cada vez mayor ola de violencia que asola todo el territorio cardenense, fincan sus esperanzas en ellos mismos, en los ciudadanos que armados mas con valor, conciencia ciudadana y un mucho de progenitora, que con armas, se han dado a la tarea de cumplir con las responsabilidades de quienes devengan un salario y juraron protegerles.
Lamentablemente, es difícil, muy difícil que esta u otras iniciativas prosperen, sobre todo cuando los encargados de velar por la seguridad, se dedican a hostigar y amenazar a los ciudadanos y proteger a los delincuentes.
Sería interesante saber de dónde proviene esa iniciativa y/o a quién puede beneficiar el no aplicar la ley.
Pero que podemos esperar, si a punto de cumplirse 3 meses de su administración, Rafael Acosta León ni siquiera ha sido capaz de sentarse a dialogar con los plantonistas que exigen reinstalaciones y pago de laudos que por ley les corresponden.
Se negó a que la gendarmería se preocupe y se ocupe de la seguridad de sus gobernados, pero no se ve ninguna acción que coadyuve a erradicar o por lo menos a disminuir los índices delictivos de su demarcación.
Definitivamente el gobierno de RAL se encuentra lidereando la lista de los peores de la historia del municipio.