ARGENTINA, 21 Diciembre;poderycritica.-La cabaña de Papá Noel se convirtió en la principal atracción del parque navideño que el gobierno de la capital argentina instaló en Buenos Aires, como parte de los festejos de fin de año. Las altas temperaturas, que oscilan entre 30 y 35 grados en el inicio del verano austral, no impidieron que en el parque se estacionaran los típicos trineos llegados desde el Polo Norte y en los que niños y adultos se subieron para sacarse fotos o acariciar a los renos.
Bajo el inclemente sol, el rostro sonriente de Papá Noel, mejor conocido como Santa Claus en otras partes del mundo, les daba la bienvenida a los niños que recién comienzan sus vacaciones de invierno. Una vez que los menores lograban entrar a su cabaña, se sorprendían al ver su biblioteca, su laboratorio y los montones de cartas que cada año recibe con pedidos de juguetes de todo tipo y en todos los idiomas. En el parque también se instaló una fábrica de juguetes en donde los niños podían armar rompecabezas, dibujar o ensamblar piezas para crear sus propias obras.
Duendes y arlequines estaban dispersos a lo largo del parque para atender en diversos stands en donde se regalaban globos, se pintaban las caritas de los niños y se fotografiaba a las familias. En el escenario principal, un grupo de animadoras bailaba rítmicas coreografías que el público repetía, mientras que en otros sectores actuaban payasos y malabaristas.
Además había una kermesse en la que los niños podían jugar a embocar anillos y pelotas o tirar latas estilo boliche, pero si preferían correr por el parque se topaban con figuritas de Papá Noel, renos, el hombre galleta, duendes y decenas de arbolitos de Navidad decorados con sus esferas.
Para ingresar, las familias atravesaban el arco de “La magia de la Navidad” después de haber admirado los inmensos árboles cuyos troncos fueron decorados con telas verdes y rojas acorde con la época. El parque navideño se convirtió en uno de los principales atractivos en una ciudad que no lució una destacada decoración acorde con las celebraciones. En las principales avenidas apenas si se colocaron discretas luces, además de que fueron muy pocos los negocios que colocaron mensajes de felicitación o colgaron esferas y escarchas.