PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | | La muerte llegó esta semana a Filipinas como consecuencia de la tormenta tropical ‘Trami’, la cual hasta el momento ha cobrado la vida de unas 85 personas, mientras otras 41 continúan desaparecidas.
Apenas ayer, el fenómeno hidrometeorológico se alejó del noroeste del país, dejando a su paso graves inundaciones y deslaves, los cuales han ocasionado que el número de muertos y desaparecidos aumente con el paso de las horas.
Las autoridades consideran a ‘Trami’ como una de las tormentas más mortíferas y destructivas en lo que va de 2024 en el archipiélago del sudeste asiático.
Al igual que con otros fenómenos de la naturaleza, las autoridades locales esperan que el número de vidas perdidas incremente tras obtener información precisa de las zonas que quedaron aisladas.
Este sábado, equipos de rescate compuestos por policías, bomberos y personal de emergencia, con el apoyo de tres retroexcavadoras y perros rastreadores, localizaron a uno de los dos últimos desaparecidos en el poblado de Talisay, provincia de Batangas.
Entre los presentes se encontraba un padre que llevaba días esperando noticias sobre su hija de 14 años, desaparecida tras el desastre.
La tristeza lo embargó al ver cómo los rescatistas colocaban los restos en una bolsa para cadáveres.
Con el corazón roto, siguió a los agentes por un callejón cubierto de lodo hasta una camioneta policial, mientras un vecino se acercaba para ofrecerle sus condolencias.
Aunque el hombre expresó su certeza de que se trataba de su hija, las autoridades indicaron que será necesario realizar pruebas para confirmar la identidad.
En el centro del poblado, un gimnasio de baloncesto se ha convertido en un improvisado velatorio.