Damasco, 3 de Noviembre; poderycritica. (Notimex).- El grupo yihadista Estado Islámico (EI) decapitó y crucificó a ocho rebeldes sirios en la provincia de Deir Ezzor, en el oriente de Siria, pese a que se habían rendido la semana pasada, reportó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Los hombres fueron decapitados y sus cuerpos crucificados en la ciudad de Albu Kamal, en Deir Ezzor, a pesar de la promesa de amnistía que había ofrecido el grupo extremista a aquellos que se entregaran, explicó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
Indicó que en lugar de cumplir su promesa, los yihadistas los decapitaron y después los colgaron, un método habitual del grupo radical, según la cadena árabe Al Arabiya.
El OSDH, con sede en Londres pero que mantiene una red de activistas, militares y médicos en todo el territorio sirio, aseguró que los fallecidos pertenecían a un grupo que había luchado contra el régimen sirio y contra el EI.
En Deir Ezzor, otros tres hombres también fueron decapitados, dos acusados de colaborar con el régimen de Bashar al-Assad y un tercero de combatir a los yihadistas, indicó el OSDH sin especificar cuándo ocurrieron esos crímenes.
El EI, en el que combaten más de 15 mil yihadistas extranjeros, es acusado de crímenes contra la humanidad debido a los crueles métodos que usa para imponer su “Califato islámico” en los territorios que controla en Siria e Irak.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera que esos actos –que incluyen asesinatos, ejecuciones, decapitaciones, conversiones forzadas, secuestros, violencia sexual y torturas– equivalen a crímenes contra la humanidad.
Los yihadistas mataron la víspera a casi 100 miembros de una tribu iraquí en la provincia occidental de Al Anbar, con lo que se eleva a unos 322 la cifra de asesinados en masa en los últimos días en circunstancias similares, informó el Ministerio de Derechos Humanos de Irak.
Al menos 67 de las víctimas murieron en la zona de Ras al Maa, cerca de la laguna Al Zarzar, al norte de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar, considerado feudo de los radicales.
Otras 30 personas fueron asesinadas el domingo cerca de la ciudad de Hit, en esa misma provincia, que cayó en manos de los yihadistas hace dos semanas.
Por semanas la tribu de Albu Nimr, también sunita, había resistido al EI, pero la semana pasada finalmente se quedó sin municiones, alimentos y combustibles cuando los yihadistas los cercaron en la ciudad de Zauiyat Albu Nimr.