EU, 08 julio; poderycritica.-El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, se mostró convencido de que las reuniones y encuentros entre las delegaciones mexicana y estadounidense que se llevarán a cabo hoy en Washington abordarán un «gran abanico» de temas e, incluso, irán más allá de la reunión bilateral y tendrán un espacio para temas hemisféricos, como la situación en Venezuela.
En conferencia de prensa y a pregunta, Pompeo aseguró que el debate va a ser completo, «integral» en el conjunto de reuniones que van a tener los funcionarios de ambos países, liderados por los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump.
Si bien el motivo de la visita de la delegación mexicana a la Casa Blanca tiene como objetivo concentrarse en el tema económico y el recientemente entrado en vigor tratado comercial T-MEC, Pompeo se mostró convencido de que se pondrán sobre la mesa otros temas.
El Universal preguntó específicamente por asuntos de derechos humanos, tráfico de personas y libertad de prensa, asuntos que siempre aparecen en los reportes del Departamento de Estado como temas preocupantes para Estados Unidos, así como la situación de la Iniciativa Mérida y la necesidad de revisar la cooperación en seguridad.
Pompeo respondió que está «convencido» de que se hablará del gran abanico de temas planteados «y de otros», como la situación de Venezuela, una de las obsesiones de la administración Trump.
En ese sentido, el jefe diplomático dijo que «México nos puede ayudar» con el reto venezolano, especialmente con el desafío de tráfico de narcóticos en el Pacífico y el Atlántico.
Antes de iniciar la conferencia de prensa, Pompeo dio una «gran bienvenida» a López Obrador a la capital de Estados Unidos e informó que ayer por la noche habló con su homólogo Marcelo Ebrard, con quien espera verse esta tarde en la Casa Blanca y tener un «buen conjunto de reuniones».
Las breves declaraciones del jefe diplomático estadounidense sobre la visita del Presidente López Obrador están en consonancia con el poco interés que está despertando este evento en la opinión de Estados Unidos: de los grandes periódicos del país, sólo «The New York Times» le dedicó un breve espacio en su portada.