Kiev, Ucrania, 26 abril; poderycritica.-Ucrania conmemora el 30 aniversario de la explosión en un reactor de la planta de Chernóbil, el peor desastre nuclear de la historia.
En la localidad ucraniana de Slavutych, donde se reubicó a muchos de los extrabajadores de la planta nuclear, se celebró una vigilia a medianoche del lunes.
Unas 600,000 personas, a las que se suele llamar los «liquidadores» de Chernóbil, fueron enviadas a luchar contra el fuego y a limpiar la peor parte de la contaminación de la planta. La explosión inicial del reactor mató a al menos 30 personas y expuso a millones más a un nivel de radiación peligroso. El recuento final de muertos está sujeto a especulaciones por los efectos a largo plazo de la radiación.
El presidente ucraniano Petro Poroshenko encabezó una ceremonia en la planta nuclear de Chernóbil, a la que asistieron representantes del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y de 28 países que contribuyeron con fondos para la descontaminación de la zona.
A su vez, el secretario general de la ONU Ban Ki-Moon pidió a la comunidad internacional que no abandone su ayuda a la recuperación del área afectada, y aproveche las enseñanzas de aquel suceso para evitar tragedias similares en el futuro.
Recordó a los trabajadores que arriesgaron sus vidas para responder a la emergencia, a los cientos de miles de desplazados y a los alrededor de cuatro mil muertos.
También expresó su solidaridad con los millones de personas que viven en la zona afectada y que abarca áreas de Bielorrusia, Rusia y la propia Ucrania.
En Chernóbil, en particular en el área de 30 kilómetros alrededor de la planta nuclear, vuelve poco a poco la naturaleza.
La ciudad de Pripyat, una vez fue conocida como «la ciudad del átomo», donde residían los empleados de la planta, ha sido invadida por la vegetación y la fauna. Zorros y osos están de vuelta allí, pero la zona afectada seguirá por muchas décadas inhabitada debido a la contaminación generada.
El 26 de abril de 1986 durante una prueba en la que se simulaba un corte de suministro eléctrico, el aumento súbito de potencia en el reactor 4 de esa central nuclear, sobrecalentó el núcleo del reactor hasta que explotó el hidrógeno acumulado en su interior.
Hubo en seguida una serie de explosiones que lanzaron miles de toneladas de material radiactivo a la atmósfera.
Unos 100 mil residentes fueron evacuados de los alrededores en lo que en ese entonces eran las repúblicas soviéticas de Ucrania y Bielorrusia, recordó la agencia de noticias ukrinform.
La nube radioactiva se extendió luego a Suecia, Austria, Noruega, Alemania, Finlandia, Grecia, Rumania, Eslovenia, Lituania y Letonia.
Según la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (INES), este percance fue calificado en el séptimo nivel de peligro, el más elevado.
Al principio Moscú y Ucrania ocultaron el hecho del accidente y las consecuencias de la catástrofe ecológica, hasta que Suecia informó el aumento del nivel de la radiación.
Fue hasta dos días después del accidente, el 28 de abril, que en la Unión Soviética apareció el primer mensaje oficial del desastre.
En los primeros días fue evacuada la población asentada en un radio de 10 kilómetros de la central, pero luego se amplió a 30 kilómetros.
En total, en Ucrania, dos mil 293 localidades resultaron radiactivamente contaminadas, donde a finales de los años 80 del siglo XX vivían más de 2.6 millones de personas.
En los últimos meses de 1986 el reactor destruido fue cubierto con un «sarcófago» especial, para evitar la propagación de la radiación.
Fue hasta el 15 de diciembre de 2000 que el funcionamiento de la Central Electronuclear de Chernóbil fue suspendido. Al mismo tiempo el confinamiento construido en 1986 empezó a destruirse.
En 2004 se celebró una licitación para el diseño y la construcción de un nuevo «sarcófago», que comenzó en 2012, y está programado que los trabajos principales terminen en 2017.
Según los diseñadores, el nuevo sarcófago podrá resolver el problema al menos por 100 años, aunque se planea liquidar la central en 2065.