México,26 de noviembre; poderycritica.- Este es uno de los violonchelos más antiguos del mundo. Se le conoce como el Stradivarius del Vaticano y está registrado como el primero de los ocho que construyó Nicolò Amati en 1620. Su edad es de 394 años y recientemente fue adquirido por un filántropo estadunidense, con apoyo del empresario y músico Rodrigo Sebastián González, quienes lo donaron a la Academia de Arte de Florencia (AAF).
El chelo, que será presentado hoy en la AAF con la presencia de Alessandro Busacca, embajador de Italia en México, y de Fabio Caselli, presidente de la AAF, fue adquirido en una venta privada en la casa de subastas Tarisio por un monto cercano a los 15.9 millones de dólares, detalla Rodrigo González. A partir de ahora esta pieza de gran valor histórico y cultural se quedará a vivir en la Ciudad de México, pues éste formará parte del acervo de la academia bajo el propósito de inspirar a los jóvenes músicos”, comenta.
Esto significa que, de inicio, el instrumento no será destinado para las grandes salas de conciertos o para los solistas reconocidos, sino que será un instrumento que podrán tocar los alumnos virtuosos “para que tengan un pedazo de historia musical en sus manos y así le encuentren un pulso en sus carreras y en su inspiración”. La idea es que este chelo no sea para los grandes chelistas; nosotros queremos prestar el chelo no a los grandes músicos, sino a los jóvenes con talento para que valoren la historia de un instrumento como éste. Incluso, ya he hecho algunas pruebas con estudiantes de buen nivel, una en Nueva York y dos en la Ciudad de México, donde se nota de inmediato su antigüedad”, añade.
Vía telefónica desde Miami, Rodrigo González explica que este instrumento perteneció al famoso compositor estadunidense Philip Glass, el cual fue utilizado por la chelista Wendy Sutter en la grabación del disco Sounds and poems for solo cello de 2007.
“Cuando escuché ese disco me di cuenta que se trataba de un instrumento especial, pues su sonoridad era muy atípica, demasiado calurosa. Así que comencé a investigar por qué un compositor estadunidense le había dedicado un álbum completo a este instrumento”, añade González.
Entonces el empresario empezó a buscar videos por internet y se fue enamorando cada vez más de su sonido.