Buenos Aires, Argentina; 22 de marzo; poder&crítica.- El gobierno argentino se prepara para recibir a Barack Obama, el primer presidente de Estados Unidos que realiza una gira oficial en el país sudamericano en los últimos 19 años.
La última gira oficial de un presidente de Estados Unidos fue la que realizó William Clinton en 1997 para entrevistarse con Carlos Menem, quien todavía era promocionado como el ejemplo a seguir por su obediente aplicación de políticas neoliberales que, a la larga, empobrecieron al país.
Después de casi dos décadas de tensión entre ambos países, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, apuesta a relanzar la relación bilateral y, sobre todo, a conseguir inversiones millonarias y la apertura del mercado estadounidense para productos locales.
Los alrededores de la Casa Rosada, donde se reunirán mañana miércoles Macri y Obama, amanecieron colmados de banderas estadunidenses, al igual que el Parque de la Memoria que visitarán el próximo jueves.
En la Plaza de Mayo trabajaban a marchas forzadas trabajadores que reponían baldosas o pintaban banquetas y mobiliario en las calles por donde se prevé transitará Obama.
Pero no todas son bienvenidas, ya que mientras el gobierno adorna el centro de la ciudad y coloca banderas estadunidenses, diversas organizaciones pegaron afiches de repudio a la visita de Obama.
Uno de los cárteles rezaba “Nobamás”, en un juego de palabras que demostraba la polémica que provocó el hecho de que esta gira coincidiera con el 40 aniversario del último golpe militar sufrido en Argentina, que fue apoyado por Estados Unidos.
El repudio a Obama también intercala demandas actuales, como las políticas de ajuste, deuda y represión que está llevando a cabo Macri desde que comenzó a gobernar el 10 de diciembre pasado.
“Fuera Obama: contra la impunidad de ayer y de hoy. No al ajuste de Macri”, señalaban otros afiches que convocaban a la masiva marcha que los organismos de derechos humanos encabezarán el próximo jueves para conmemorar el aniversario del último golpe militar.