Poder Y Crítica | Las horas para Novak Djokovic son de máxima tensión en Australia. El serbio se enfrentaba esta noche a un tribunal en el marco de la apelación que presentaron sus abogados, luego de que su visa fuera revocada al ingresar al país en virtud de las normas vigentes de covid-19. Es un juez el que determinará si, finalmente, el tenista podrá quedarse para disputar el primer Grand Slam del año o si será deportado. Esta segunda alternativa podría acarrear perjuicios aún más graves para el número uno del mundo.
Desde las 20 horas del domingo se desarrollaba la audiencia en la que el juez Anthony Kelly decidirá si le da la razón al jugador y cancela la anulación de su visado, o si sostiene la decisión de las autoridades de negarle el ingreso al líder del escalafón. En caso de que el magistrado ratifique esta decisión de revocar el permiso,Djokovicpodría sufrir un castigo aún mayor ya que podría impedírsele el ingreso a Australia hasta 2025.
El juez deberá analizar si los funcionarios de migraciones actuaron de manera correspondiente con el tenista, y a su vez escuchará los argumentos de la defensa del deportista, quien estará presente y podrá ser preguntado y repreguntado sobre cualquier cuestión que lo involucre.