José María Morelos, Q. Roo, Martes 20 de Octubre de 2020, poderycrítica. – Ante la imposibilidad de cumplimiento y negociación de las demandas, el Gobierno del Estado ordenó rescatar a dos trabajadores de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESO), quienes fueron retenidos este lunes por habitantes de comunidad de La Esperanza.
Los habitantes de la comunidad piden a las autoridades estatales y municipales el cumplimiento de la obra de construcción de 21 kilómetros de la carretera de acceso a la comunidad, que no ha iniciado pese a que ya fueron autorizados los recursos para ello, incluso licitado.
Antes ello han tomado una serie de medidas. La primera fue la retención de un camión de la paraestatal federal SEGALMEX. La segunda fue la retención del secretario del Ayuntamiento, Roger Caamal Hernández, quien fue liberado luego de dos días y que además por su liberación se dejó en garantía una maquinaria pesada, una patrulla y un vehículo de bomberos.
Ayer lunes comenzaron a utilizar la maquinaria en garantía, para los trabajos de rehabilitación de la carretera de acceso, además que se manifestaron.
Por la tarde los trabajadores de la Sedeso acudieron al poblado a una comisión y fueron retenidos con todo y vehículo por habitantes de la comunidad, quienes señalaron que no los dejarían en libertad hasta que no haya respuesta.
Uno de ellos de nombre Israel Castillo, a través de sus redes sociales, pidió auxilio a la titular de la Sedeso, Rocío Moreno Mendoza y al gobernador Carlos Joaquín.
Tras el hecho la Secretaría de Gobierno, que encabeza Arturo Contreras Castro, informó que se estaba atendiendo el hecho.
Trascendió que no hubo ningún acuerdo, por lo que alrededor de las 04:00 horas arribaron al poblado más de 25 patrullas de la Policía Quintana Roo con 75 elementos, quienes con el uso de la fuerza pública rescataron al trabajador y se llevaron a dos ejidatarios que se resistieron.
Los policías ingresaron a un domicilio sin ninguna orden judicial y realizaron destrozos a la propiedad, además de golpear a algunos pobladores.
Los hechos sólo generaron mayor molestia entre los habitantes de La Esperanza, quienes señalan que no darán marcha atrás en su lucha para que sean cumplidas sus demandas.