Washington, EU; 11 de abril; poder&crítica.- El gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, rechazó hoy una ley que buscaba hacer de la silla eléctrica un medio alterno para ejecutar a condenados a muerte cuando el estado no pueda obtener las drogas utilizadas en la inyección letal.
McAuliffe propuso en cambio darle la opción al estado de comisionar a farmacéuticas locales la elaboración del mortal coctel de drogas, pero manteniendo en secreto el nombre del fabricante para evitar que sea blanco de presiones públicas.
La postura del gobernador se dio a conocer antes de que venciera el plazo para promulgar o vetar una iniciativa de ley aprobada por el congreso dominado por los republicanos, el que ahora deberá aceptar o rechazar la propuesta del mandatario demócrata.
Los nombres de las farmacias «deberán mantenerse confidenciales, exentas de la Ley de Libertad de Información (FOIA, por sus siglas en inglés), y no deberán ser utilizadas como ofrecimiento de evidencia en cualquier procedimiento civil, a menos que se demuestre una buena causa», apuntó McAuliffe en su propuesta.
La FOIA es la herramienta legal bajo la cual organizaciones y personas pueden acudir a las cortes legales para obtener información que gobiernos locales, estatales y el federal decide mantener en reserva por diversas razones.
La propuesta de McAuliffe busca responder a la escasez del cóctel de tres drogas utilizado para las ejecuciones por inyección letal debido a que muchas farmacéuticas han dejado de fabricarlas debido a la enorme presión publican que enfrentan.
La respuesta de la legislatura de Virginia fue permitir el uso de la silla eléctrica cuando el estado tenga dificultades para obtener la droga, algo que McAuliffe dijo es rechazado por la mayoría de los residentes del estado.
«Nuestros ciudadanos comparten mis preocupaciones de no ser forzados a utilizar esta terrible forma de castigo», indicó el mandatario estatal, quien ha dejado en claro su apoyo a favor de la pena capital.