México, 20 septiembre; poderycritica.-El bullying es uno de los problemas infantiles que más preocupa a padres y docentes. No es para menos puesto que cuando las bromas de compañeros se tornan en burlas y acoso escolar estamos ante un problema serio que puede tener graves consecuencias para la víctima. Incluso también para quienes lo acosan.
El bullying puede darse en cualquier centro escolar y no siempre es fácil de reconocer. No se puede determinar quién puede ser víctima del acoso escolar y, lo que es peor, muchas de ellas tienden a ocultarlo por miedo a las consecuencias que esto pueda tener en el colegio,
Síntomas y diagnóstico
Cuando no es fácil reconocer el acoso escolar el hecho de que un niño padezca alguno de sus síntomas puede ayudar a diagnosticarlo y a ponerle solución antes de que tenga mayores consecuencias.
La víctima de bulyying suele presentar un carácter introvertido -aunque antes no lo tuviera-y miedo a acudir al colegio. Esto hace que se aísle y pierda el contacto con sus compañeros de clase pero también que ese estrés por no saber qué le ocurrirá cuando vaya a clase hará que en su cuerpo se den toda una serie de trastornos.
Son llamadas de atención que evidencian que algo no marcha bien. El hecho de que el niño no duerma bien, que moje la cama cuando había dejado de hacerlo, que llore sin motivo aparente, que desarrolle agresividad y que rechace ir a clase son síntomas más que suficientes para pensar que algo está pasando.
Suelen ser las primeras consecuencias del acoso escolar, que vienen derivadas básicamente del miedo del menor por encontrarse con sus acosadores. Si se detectan a tiempo puede ponerse fin al bullying con la intervención de la comunidad educativa. En caso contrario la situación irá a más y aparecerán más dolencias.