Cancún, Q. Roo, Martes 20 de Octubre de 2020, poderycrítica.- El pasado jueves 15 de octubre, el Gobierno mexicano, lanzó una campaña “Yo decido” en el marco de la Estrategia Nacional para Prevenir el Embarazo en Adolescentes (ENAPEA), operante en nuestro país desde 2015.
La estrategia, desde sus inicios tuvo dos poblaciones objetivo: las adolescentes entre 15 y 19 años y las niñas y adolescentes menores de 15. Sobre éstas últimas nos interesa hablar.
Alrededor de 10 mil niñas y adolescentes menores de 15 años han dado a luz, en el último año, en México.
El discurso de la Secretaria General de Consejo Nacional de Población (CONAPO) y Coordinadora de la ENAPEA, la Mtra. Gabriela Rodríguez Ramírez, impacta a constatar que si bien, a nivel nacional la Tasa de Fecundidad Adolescente (15 a 19 años), en los últimos 5 años ha disminuido casi el 8%, la tasa de fecundidad en niñas y adolescentes menores de 15, ha aumentado pasando de 2.8 a 3 nacimientos por cada mil adolescentes de ese rango de edad, lo cual es indicativo de un panorama gravísimo debido a que un embarazo a esta edad está directamente relacionado con violencia sexual, en primer lugar, (el consentimiento no se valora como tal en niñas de este rango de edad, uniones tempranas, desigualdad, pobreza, condiciones de marginalidad, entre otros factores estructurales que afectan gravemente a la vida y al pleno desarrollo de las niñas en México.
Todo lo anterior son la base para argumentar que, a esta edad, un embarazo, siempre es un embarazo forzado, producto de la violencia y la pobreza que sume a millones de niñas en nuestro país en las peores y más desventajosas condiciones de vida. Además, en todos los casos, cuando estas niñas no han tenido acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, garantías de sus derechos humanos y se convierten en madres, estamos ante miles de casos de maternidades forzadas.
Sumado a lo anterior, el contexto de violencia en tiempos de pandemia no da tregua, estimándose ya que la crisis por embarazos forzados en niñas y embarazos en adolescentes irá en incremento. También es válido recordar que la mayoría de las situaciones de abuso infantil se producen dentro de las casas por parte de familiares directos de las niñas y niños.
Uno de los pilares fundamentales de la ENAPEA es la transformación sociocultural para fortalecer la autonomía de las niñas y adolescentes a través de la Educación Integral de la Sexualidad, con perspectiva de género en todos los niveles educativos, en los medios de comunicación, ámbitos comunitarios etc., tal como se establece, además, en el tercer artículo de nuestra Constitución.
Este mandato constitucional, obliga que todos los cuerpos docentes, de todos los niveles educativos, sean adecuadamente capacitados para formar a las niñas, niños y adolescentes en sus aulas.
Un contexto de esta naturaleza requiere más que nunca que los dispositivos educativos de Educación Integral de la Sexualidad, basados en sustentos científicos y laicos estén más activos que nunca, ya que los mismos representan una poderosa herramienta de prevención de todas las modalidades de la violencia, incluida la violencia sexual, y para el caso de las niñas y adolescentes mujeres significa un camino abierto a la autonomía y el desarrollo.
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https://www.gob.mx/conapo/documentos/cuaderno-yo-decido-mi-futuro