Chetumal, Q. Roo, Domingo 06 de Diciembre del 2020, poderycrítica.- Un ambiente de acoso, hostigamiento y amenazas es lo que viven los trabajadores por parte de la directora general del Instituto para el Desarrollo del Pueblo Maya y las Comunidades Indígenas del Estado de Quintana Roo (INMAYA), Delta Amada Moo Arriaga.
Carlos David Silva Morales, quien se desempeña como jefe del Departamento de Difusión y Comunicación del instituto, no soportó más las humillaciones y a través de un video denunció la serie de maltratos y abusos de los que son víctimas los empleados por parte de la titular.
Narró que desde hace más de año y medio ha padecido humillaciones y vejaciones, no obstante por temor a represalias laborales e intimidaciones hacia su persona no se había atrevido a denunciar públicamente, pero aseguró que ya no está dispuesto a pasar por alto todo lo que sufre.
Comentó que todo inició a finales del 2018, luego que una persona que ingresó al instituto y que en su momento era alguien de confianza de la directora general, Delta Amada Moo Arriaga, que se portó de una manera déspota y prepotente con la base laboral.
Ante ello convenció a un grupo de trabajadores para que informaran a Moo Arriaga lo que estaba ocurriendo, pero lejos de investigar o meter orden, la directora general tomó partido a favor de la persona de su confianza sin tomar en cuenta las humillaciones y las vejaciones hacia los empleados.
La represalia fue casi de inmediata en su contra, pues se le notificó su cambio de adscripción de Chetumal a Cancún, a sabiendas que ese movimiento le perjudica. El oficio le llegó el 19 de febrero del 2019 y se tenía que presentar a laborar el 21, dos días después.
Los trabajadores ante un cambio de adscripción tienen derecho a 15 días, por las complicaciones del traslado, pero ello no importó a la directora general. Aceptó el cambio, no son antes girar un escrito a la Oficialía Mayor y al gobernador, Carlos Joaquín de las arbitrariedades de Moo Arriaga.
El hostigamiento y acoso laboral no cesó, por el contrario subieron de tono. El 19 de marzo de 2019 recibió amenazas anónimas a través de su celular. “Todo indicaba por medio de quien eran estos mensajes, eran de Amada Moo Arriaga, en su momento tuve que poner una denuncia ante la Fiscalía General del Estado, no pude poner el nombre de la directora general porque no tenía en su momento las pruebas necesaria para comprobar que había sido ella”.
No obstante, consideró como una “casualidad” que un mes después de llegar a Cancún le hayan llegado amenazas, pues incluso la directora del INMAYA le pidió directamente que firmara su renuncia, “porque el gobernador Carlos Joaquín lo estaba pidiendo”.
Todo ello quedó asentado en la carpeta de investigación, por lo que aprovechó para hacer responsable a Moo Arriaga de lo le pueda ocurrir a él o a su familia.
A raíz de estas amenazas su salud se vio perjudicada al grado de caer en una depresión severa, que se complicó con una enfermedad crónica degenerativa que padece y acabó en el hospital, donde estuvo internado por cuatro meses. De hecho el 20 de noviembre de 2019 su familia fue notificada que no pasaría la noche, por fortuna logró recuperarse.
Sin embargo, el ambiente laboral no mejoró. Pasaron varios meses y el 1 de septiembre del 2020 le notificaron que había sido puesto a disposición de la Oficialía Mayor, junto con otros compañeros que enfrentan una situación similar.
“Pensó que poniéndonos a disposición firmaremos nuestra renuncia y pensó que nos hostigaron, como no fuimos despedidos, giró otro oficio”.
El oficio para ponerlo a disposición fue el INMAYA/DG0353/2020 del 1 de septiembre y el 23 del mismo mes giró otro oficio, el INMAYA/DG04049/2020, pero para que se presente, el 08 de diciembre próximo, de nuevo a las oficinas centrales del instituto, es decir en Chetumal, con el argumento del regreso por la nueva normalidad ante la emergencia por Covid-19.
A partir de la fecha señalada deberá firmar sus entradas y salidas en esta ciudad, aunque no se toma en cuenta su estado de salud que aún no está del todo bien y que es parte de la población vulnerable, lo cual ya ha notificado con antelación.
El problema mayor, es que en las oficinas del INMAYA el 100 por ciento de los trabajadores está acudiendo a laborar, lo que aumenta el riesgo de contagio, pese que la instrucción en el Gobierno del Estado es laborar con un máximo del 50 por ciento de trabajadores, razón por la cual varios de sus compañeros han resultado infectados de Covid-19.
Él ya cuenta con un justificante médico y no quiere arriesgar más su salud, por ello es que se decidió a realizar una denuncia pública.
Además dejó en claro que no está aferrado a su puesto, por lo que si su trabajo su presencia ya no es requerida pide que se liquide conforme a derecho.
Lo único que Carlos David desea es trabajar y no se le permite sin hostigamiento, pues de las últimas cosas que le hicieron es llevar a su domicilio un paquete a nombre del INMAYA y por parte de Moo Arriaga y él nunca autorizó nada, por lo que están violando su intimidad.
“He vivido año y medio de acoso, hostigamiento para que yo devuelva, le firme una plaza, yo le renuncie a una plaza que yo me he ganado con mi trabajo”.
Consideró que desafortunadamente las personas cuando llegan al poder se ciegan, por lo que dijo a Moo Arriaga que: “la vida es un ratito, la invito nos deje en paz a los trabajadores y que centre sus energías en buscar una mejora de vida de las comunidades mayas. En lugar de eso, solo es hostigar, amenazar o amedrentar”.