Dirían los norteamericanos: Hay un nuevo sheriff en el pueblo y se llama José Pedro Kumamoto Aguilar. Él es el flamante diputado independiente en el congreso local de Jalisco y ha sido noticia desde que obtuvo la curul con un presupuesto muy por debajo de lo acostumbrado en las campañas políticas de nuestro país.
Un joven de apenas 26 años, parece ser quién venga a salvar a México de la eterna retórica de los políticos tradicionales, de los discursos mesiánicos del peje, de las promesas incumplidas del gobierno federal y la corrupción de los gobernadores priístas, panistas, etc.
¿Qué lo hace diferente? Que no tiene compromisos, no tiene amo a quién servir y si tiene una gran calidad moral, honestidad y principios. Desde el primer día ha criticado la falta de voluntad de todos los políticos para construir acuerdos y aprobar soluciones a problemáticas ciudadanas.
Hoy aparece con una interesante propuesta, que en estos tiempos de crisis, es más que bienvenida: #SinVotoNoHayDinero ( en ese sitio web pueden consultar la iniciativa y la fórmula empleada).
Esta iniciativa, propone asignar recursos a los partidos políticos, en base al número de votos recibidos en las elecciones federales o locales anteriores y no de acuerdo al padrón electoral como ocurre actualmente. Con esto, se estima que habría una reducción de hasta el 59% del financiamiento que reciben los partidos políticos, traduciéndose en un muy significativo ahorro, de 2 mil 250 millones 304 mil 202 pesos.
¿Cuándo caímos en el cinismo de admitir ladrones en la política? Hoy todos los partidos políticos trabajan bajo una misma premisa: Bloquear a los honestos e impulsar a los corruptos. Por supuesto es entendible que no puedes hacer “negocios” con los honestos y con los corruptos sí, pero ¿Por qué lo aceptamos los ciudadanos? Cada día parece ser una mejor alternativa el votar por candidatos independientes, quienes traen un menor bagaje de compromisos y un mayor número de propuestas e intenciones de cumplir con su responsabilidad para con el pueblo.
Es mi mayor deseo, que se extienda el fenómeno Kumamoto, que se replique en todo el país, que surjan nuevos políticos, que no arrastren ni viejos ni nuevos vicios, que su único compromiso sea convertir en virtuoso, el círculo vicioso en que nuestro país se encuentra.
Mi mayor reconocimiento a este joven, que nos demostró que querer, es poder.
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