Naciones Unidas, 16 Diciembre; poderycritica.- Funcionarios de la ONU llamaron hoy a la comunidad internacional a actuar de inmediato para evitar una guerra civil en Burundi, un país con crecientes tensiones étnicas, debido a que ésta derivaría en una «violencia catastrófica».
Tras una gira de tres días acompañados de grupos civiles, el director de emergencias de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, John Ging, explicó que la violencia iniciada a mediados del año en Burundi ha causado el desplazamiento de miles de personas y un severa crisis alimentaria.
«Se necesita ahora mismo de acción para prevenir una descenso a la violencia catastrófica.El empeoramiento de la tensión en un país con una historia de profundas divisiones étnicas debe ser abordado de manera urgente para proteger a los civiles de un mayor daño», urgió Ging.
En un comunicado, Ging indicó que la precaria situación del país, ubicado en el sitio 184 de entre los 187 países considerado en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, y con 80 por ciento de la población viviendo bajo la línea de la pobreza, ha sido empeorada por la crisis política.
La tensión política en Burundi se intensificó luego de que el presidente Pierre Nkurunziza fuera reelecto en junio pasado para un tercer mandato en un proceso que para muchos analistas violó la Constitución de ese país.
Las protestas por la reelección desataron un periodo «marcado por la violencia y por informes sobre violaciones y abusos de derecho humanos», de acuerdo con la ONU. Tanto líderes de la oposición como activistas de derechos humanos y periodistas han sido desde entonces asesinado o atacados.
La violencia es aún más preocupante debido a la composición étnica de Burundi, similar a la de Ruanda, que en la década de 1990 fue escenario de uno de los más numerosos genocidios de la historia reciente, con grupos identificados con la etnia hutu enfrentados contra comunidades tutsis.
Tan sólo en los pasados cuatro días, unas 100 personas han perdido la vida a consecuencia de la violencia en la capital, Bujumbura, con lo que suman 340 bajas fatales desde abril pasado, de acuerdo con la ONU.
Asimismo, unos 220 mil burundeses se han exiliado del país para escapar de la violencia, además de que unas 15 mil personas han sido desplazadas internamente.
La ONU advirtió que debido a la inestabilidad e intransigencia del gobierno, muchos de los donantes al fondo humanitario para Burundi, cuyos recursos componen la mitad del presupuesto de ese país, han detenido su ayuda, lo que ha empeorado la situación.
La directora de emergencias del Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef), Afshan Khan, expresó que los niños son los que están llevando lo peor de la crisis humanitaria en Burundi, agudizada por la violencia.
El alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, indicó por su lado este martes que «con esta nueva serie de sangrientos acontecimientos, el país parece estar dando nuevos pasos hacia la guerra civil».