Villahermosa, Tab. 24 mayo; poderycritica.-“Ni un zanate se murió en el Yumká durante su administración”, presumió el ex gobernador Manuel Andrade, al señalar que existe negligencia e indolencia en quienes administran ese parque ecológico.
El también coordinador del PRI en el Congreso local, señaló que el problema de muerte de especies que actualmente hay en el Centro de Interpretación y Convivencia con la Naturaleza empezó a finales del gobierno de Andrés Granier y continuó en la administración actual.
“En el gobierno (del estado) no son tontos, siempre hacen referencia que en los últimos diez años pasó tal o cual cosa, siempre libran mi sexenio, pero en mi sexenio no pasó nada de eso (de muertes de animales en el Yumká), no se murió ningún zanate, (la situación en el parque) empezó a finales de Granier y se detuvo en esta administración”, indicó.
Asimismo, acusó que hay una falta de sensibilidad auditiva del Gobierno estatal para escuchar los problemas que existen en algunas áreas de la administración, como el Yumká.
“Percibimos que hay una negligencia de quienes dirigen el Yumká y una indolencia de quienes programan el recurso para este tipo de instituciones, vemos que hay una falta de insensibilidad auditiva de quienes gobiernan para escuchar lo que la gente está diciendo de lo mal que está la administración estatal”, expresó.
Andrade Díaz remarcó que si él fuera gobernador ya hubiese “corrido” a la directora General del Yumká, Cristell Pérez Arévalo.
De igual manera, sostuvo que están realizando un análisis del incumplimiento que la dirección del Yumká estaría haciendo al protocolo de las áreas naturales protegidas, y que la próxima semana lo darán a conocer, para ello agregó están consultando a especialistas en el tema como Rafael Tinajero y María Elena Hoyos.
De la idea de que sea concesionado a la iniciativa privada dicho parque ecológico, Andrade Díaz mencionó que se trataría de una indolencia y desconocimiento, porque es uno de los pocos patrimonios que tiene el gobierno del Estado, además se evidenciaría que hay una incapacidad de la administración para sostener la infraestructura que les queda.