Jerusalen, 18 de Noviembre; poderycritica.- Al menos seis personas, entre ellas los dos presuntos atacantes, murieron hoy en un tiroteo en una sinagoga y yeshiva (seminario rabínico) del barrio ortodoxo de Har Nof, en Jerusalén Oeste, informó la Policía local.
Según fuentes sanitarias, otras ocho personas resultaron heridas -algunas de ellas graves- cuando dos hombres, al parecer palestinos de Jerusalén Este, entraron en la sinagoga armados con un cuchillo, un hacha y una pistola y atacaron en dos lugares distintos a los que rezaban antes de ser abatidos por agentes.
La Policía ha confirmado la muerte de cuatro israelíes y la de los dos atacantes y ha asegurado que investiga lo que considera un ataque terrorista, el segundo más grave perpetrado en Jerusalén desde el fin de la Segunda Intifada.
«Dos terroristas entraron en la sinagoga del barrio de Har Nof. Atacaron con un hacha, un cuchillo y una pistola. Cuatro personas que oraban murieron. La Policía que llegó al lugar de los hechos disparó y mató a los terroristas», explicó Luvba Samri, portavoz de la Policía para medios en hebreo.
Hamas y la Yihad Islámica, las dos principales fuerzas islamistas palestinas, celebraron el atentado. El ataque, el más mortífero de los últimos años en la Ciudad Santa, es una «respuesta al asesinato del mártir Yusef Ramuni», un conductor de autobús palestino hallado muerto el lunes en su vehículo en Jerusalén Oeste, aseguró Hamas.
El portavoz de Hamas Sami Abu Zuhri agregó que este ataque es igualmente una «respuesta a la serie de crímenes del ocupante (Israel) en la (mezquita de) Al Aqsa». Los palestinos consideran una provocación las visitas en las últimas semanas de extremistas judíos a este lugar santo de la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este, donde se ha disparado la tensión y se han registrado varios atentados.
Hamas «llama a seguir las operaciones», aseguró Zuhri. Ninguno de los atentados recientes en Jerusalén ha sido reivindicado, pero algunos han sido perpetrados por miembros de la Yihad Islámica o de Hamas. La Yihad Islámica, por su lado, vio en el ataque a la sinagoga, una «respuesta natural a los crímenes del ocupante».
La ciudad santa es testigo de una creciente tensión desde que a principios de julio tres extremistas judíos mataran a un menor palestino en Jerusalén Este en venganza por el asesinato tres semanas antes a manos de exconvictos islamistas de tres estudiantes que hacían autostop cerca del bloque de colonias de Gush Etzion.
Desde entonces se han sucedido las protestas, los enfrentamientos entre la policía y jóvenes palestinos y los ataques de palestinos y colonos israelíes en los barrios árabes y el casco viejo de la ciudad.
La situación se agravó hace un mes, cuando un conductor kamikaze palestino mató a dos personas -entre ellas un bebé de tres meses y una ciudadana ecuatoriana- al intentar atropellar a los pasajeros que esperaban el tranvía en la línea que divide la ciudad.
Una semana después, un presunto pistolero palestino tiroteó y dejó gravemente herido en Jerusalén Oeste a un rabino ultranacionalista judío que aboga por cambiar el estatus de la Explanada de las Mezquitas, tercer lugar más sagrado del Islam.
Los rumores sobre ese posible cambio -negado por el Gobierno israelí-, junto a las restricciones de acceso impuestas por Israel a los musulmanes y la constante subida de ultranacionalistas judíos fuertemente escoltados al lugar donde el judaísmo sitúa el Segundo Templo destruido por los romanos, son algunos aspectos que alimentan la tensión en la ciudad.