Bogota, 27 Mayo; poderycritica.- El comandante Jairo Martínez, un ex integrante de la delegación de las FARC que participa en los diálogos de paz en La Habana, murió en uno de los bombardeos de las Fuerzas Militares a campamentos rebeldes de la última semana.
El negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Pastor Alape, calificó este miércoles como «aleves» los bombardeos a campamentos guerrilleros en varias regiones del sur de Colombia, que en la última semana dejaron un saldo de 40 rebeldes muertos.
Las FARC indicaron que el comandante Martínez se encontraba en uno de los campamentos haciendo «labores de pedagogía de paz», cuando el lugar fue bombardeado por aviones de la Fuerza Aérea Colombiana.
El grupo guerrillero solicitó «a los organismos nacionales e internacionales de medicina legal y forense, y al CICR (Comité Internacional de la Cruz Roja) que los cadáveres de los guerrilleros sean inspeccionados y se establezca con claridad la causa del deceso».
Las FARC sostuvieron que existen testimonios de «que algunos de los heridos fueron rematados con tiros de gracia, lo que es una flagrante violación al derecho internacional humanitario y al derecho penal internacional».
Alape confirmó además la muerte en otro bombardeo del jefe rebelde Román Ruiz, integrante del Estado Mayor Central de la organización insurgente. «Queremos afirmar de manera enfática que se equivoca el gobierno de (Juan Manuel) Santos si piensa que con los cuerpos destrozados y la sangre de nuestros compañeros, va a imponernos una justicia que no persigue la responsabilidad de los poderosos», apuntó Alape.
El negociador de las FARC hizo un llamado a la restauración de la confianza perdida en los últimos días y destacó la necesidad de volver a encontrar el camino del desescalamiento de la guerra, por el que se empezaba a transitar.
«Tenemos que salir de esta turbulencia para entregarle al pueblo colombiano un horizonte diáfano que nos permita transitar, libre de enredaderas, el camino hacia el acuerdo final», sostuvo.
«No más pérdidas de valiosas vidas humanas. No más asesinatos de militantes de la Marcha Patriótica, del Congreso de los Pueblos, de reclamantes de tierras, de defensores de derechos humanos, de líderes del movimiento social», añadió.
El gobierno colombiano y las FARC negocian desde noviembre de 2012 un acuerdo que ponga fin a más de cinco décadas de conflicto armado interno en el país sudamericano.