6 de agosto, redacción, #poderycritica.- Le pese a quién le pese; y sobre quien tenga que pasar encima, pero mi hijo será Diputado y Presidente de Teapa”, sentenció una noche la entonces candidata triunfadora a la Alcaldía, Elda María Llergo Asmitia, en un claro mensaje de soberbia.
Elda no es de palabra; su pasado, sus traiciones, sin duda la alcanzaran.
Hoy, los tiempos han llegado, por desgracia en vez de dejar que su vástago labrara su propio futuro, en base al trabajo y el esfuerzo, ella se dedicó a pagarle todos sus caprichos, lo mismo le compra novias, viajes, placeres y todo lo que a Martín Lastra Llergo se le antoje.
Pero su ambición, quizá ligada al enfermizo amor de madre, la han llevado a cometer muchos errores, que de entrada le cuestan, por este afán con el hijo, ser víctima del escandalo público; es cierto, hay quienes dicen que “el qué dirán” es lo que menos le ha importado a la ahora Presidenta de Teapa, pues su tormentosa vida privada, en donde los galanes siempre terminan “dándole las gracias”, la ha hecho impermeable a ciertas críticas
Su esposo Antonio Padilla, originario de Hermosillo, Sonora, sujeto que la ha metido en diversos problemas de violencia, porque incluso en Teapa, es un secreto a voces, Elda sufre de violencia intrafamiliar pero calla, porque ella así lo quiere.
Elda sabe que el pasado la alcanzará, que sus pecados, habrán de pasarle la factura en el corto plazo; y es que todavía es muy reciente los ataques viscerales en contra de su antecesor Héctor Raúl Cabrera Pascacio, quien sin duda fue un Alcalde sinvergüenza, pero del que ella recibió todo el apoyo y eso su partido lo sabe; por ello lo que hizo es considerado alta traición; es claro que su temor circula en dos ejes, pues teme le reprueben la cuenta pública, y que ya encarrerados no le den ningún tipo de participación política al ya conocido “Hulk de la Sierra”, que no es otro que Martín Lastra Llergo.