PODER Y CRITICA CIUDAD DE MEXICO,ÁMSTERDAM, Holanda. (OEM-Informex).- Los mamuts, gatos dientes de sable, rinocerontes lanudos, osos y leones cavernarios que pastaban o cazaban por Holanda hace más de 200 mil años cobran vida en la exhibición «Gigantes de la Edad del Hielo».
No se trata de imaginárselos. Aquí hay representaciones de ellos en su tamaño real. Pero no solo eso. En la última sala nos encontramos de frente con el esqueleto original de un mamut descubierto en 2012 y que nunca antes se había mostrado al público.
Recorrer esta exposición me hizo pensar en el cambio climático que nuestro planeta está experimentando actualmente. Sequías extremas, lluvias torrenciales, incremento en el nivel del mar, deshielo de los polos y muchos otros signos que nos hacen temer por el futuro de la humanidad así como por el de las plantas y animales que pueblan la Tierra. Parte de estos efectos son provocados por el hombre, pero no todos. Parece como si fueran pequeñas muestras de lo que puede pasar, como ya sucedió tantas veces durante las glaciaciones.
Sin ir demasiado atrás, remontémonos sólo al Pleistoceno que empezó hace 2.5 millones de años. De ellos los últimos 800 mil han sido un constante alternar entre periodos glaciares (los fríos) e interglaciares (los cálidos). Imagínese lo que ha cambiado nuestro planeta. El hielo cubría lo que hoy es Canadá y Escandinavia. En todo el mundo los mares estaban 90 metros debajo de su nivel actual, por lo que sí existió un puente entre Siberia y Alaska, además de que el Reino Unido no era una isla, sino que estaba unida a Europa.
* ¿Por qué le cuento esto?
Porque resulta que durante la última edad de hielo (11 mil 700-110 mil años atrás) los mamuts y otros grandes animales se movían sin problema en esta zona y eso, por coincidencia, ha hecho que en los Países Bajos se cuente con la mayor cantidad de huesos de este animal que hay en el mundo. ¿Cómo es posible? Hay muchos pescadores que usan redes que van «peinando» el fondo del Mar del Norte y, además de peces, en ocasiones encuentran huesos y otros restos de esos mamíferos, llegando a sumar miles de kilos de fósiles al año que entregan al museo de ciencias naturales holandés: Naturalis.
El hombre de Neandertal convivió con mamuts, gatos dientes de sable, rinocerontes lanudos, osos y leones, considerados los «cinco grandes» animales de la era del hielo. Según los científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva (Leipzig, Alemania) esta especie humana desapareció hace unos 30 mil años, pero de cualquier manera usted y yo tenemos un 2 por ciento de genes de neandertales en nuestro ADN.
Nuestros ancestros directos, los primeros Homo Sapiens, cazadores y recolectores nómadas, también tuvieron por vecinos a muchos otros animales ya extintos. De eso tenemos constancia gracias a que nos los dejaron pintados en cuevas en lo que hoy son España y Francia. Tal vez usted ha oído hablar sobre la de Altamira, en Cantabria, Patrimonio de la Humanidad desde 1985, una de las más famosas.
Lo más interesante del arte rupestre es que básicamente representa animales, muy poco a hombres y nada de paisajes. No hay plantas, ríos ni montañas. Cada cueva es única, por ejemplo en la Niaux se ven más bisontes, en la de Ekaín más caballos y en la de Rouffignac priman los mamuts. Arte figurativo prehistórico con entre 35 a 40 mil años de antigüedad que conocemos gracias al minucioso trabajo del alemán Heinrich Wendel (1915-1980), quien entre 1964 y 1977 tomó más de 3 mil fotografías de unas 50 cuevas distintas (muchas de ellas cerradas al público). Su colección completa se encuentra en el Museo Neanderthal de Mettman, Alemania (www.neanderthal.de). Aquí en Ámsterdam entramos a la exhibición por un pasillo que muestra reproducciones enormes de estos dibujos. Marcan la transición entre el presente y la Edad de Hielo que empezaremos a entender.
Definitivamente hay que hacer el viaje mental en el tiempo para valorar más los objetos que se exhiben. Si usted mira unas pequeñas figuras en una vitrina no puede imaginar que hayan sido talladas hace más de 35 mil años. Una representa un ser con cuerpo de hombre y cabeza de león, otra un caballo de perfil y una más un rostro femenino, hechas en marfil, o dos figuras de mujer en cerámica son parte de las piezas que se han descubierto de la última era del hielo, además de objetos de uso práctico como una aguja y la punta de una lanza.
* Mamuts
Como ya le adelanté aquí se exhibe un esqueleto completo, con sus largos colmillos y sus 215 huesos. Estas enormes criaturas, herbívoras, requerían entre 150 y 300 kilos de comida al día. Quedé sorprendida al ver sus enormes dientes y más al saber que nacían con 24 piezas de repuesto. Le cuento. Cuando los primeros cuatro (dos abajo y dos arriba) se desgastaban, otro «juego» se desplazaba hacia adelante por su quijada. ¿Se lo puede imaginar?
Los mamuts bebés vivían con pequeñas manadas de hembras que los protegían hasta que tenían edad para defenderse solos. No son los ancestros de los elefantes actuales aunque sí pertenecieron a la misma familia (Proboscidea). Surgieron hace 4 millones de años, más de 60 millones después de que desaparecieran los dinosaurios. Empezaron a extinguirse hace 10 mil años, aunque se cree que los últimos vivieron hace «apenas» 4 mil años.
Así que imagínese el maravilloso descubrimiento que fue encontrar por casualidad en Siberia, en 1977, el cuerpo congelado de un bebé macho de entre cuatro y seis meses de edad, conocido actualmente como Dima. Tenía una herida en una pata, pero sus órganos internos estaban intactos, incluso hallaron restos de hierbas y lodo en su estómago. Veinte años después, en la misma región, se encontró el cuerpo congelado de un bebé mamut hembra -de apenas un mes de edad- que se cree se ahogó cuando cruzaba un río. Se conoce como Lyuba. Se estima que ambos ejemplares fallecieron hace 35-37 mil años. Unas réplicas exactas están temporalmente en la Amsterdam Expo. ¿Le puedo contar una historia sobre Lyuba? La encontraron el pastor de renos Yuri Khudi y sus hijos cuando buscaban madera junto al río Yuribei. Ellos le pusieron el nombre en honor a la esposa del pastor, pero significa «amor» en ruso.
Estos cuerpos y el esqueleto son una probadita de lo que guarda la capa de suelo permanentemente congelado en Siberia, donde cada año se hallan entre 15 y 20 toneladas de marfil de mamuts.
*¿Qué otros animales poblaban esta región en la Edad de Hielo?
Para empezar, rinocerontes lanudos. Su grueso pelaje los protegía del frío y sus dos cuernos de sus enemigos y el hambre. Me explico. El cuerno más largo podía llegar a medir un metro y era una magnífica arma defensiva, pero también servía para palear la nieve que cubría los pastos y líquenes con que se alimentaba este enorme animal.
Aquí podemos ver uros euroasiáticos, predecesores del ganado doméstico actual. Se cree que pesaban alrededor de una tonelada. Sus cuernos podían medir hasta 80 centímetros de largo y entre 10 y 20 de diámetro. Sobrevivieron bastante, ya que el último del que se tiene conocimiento falleció en Polonia en 1627.
Entre los depredadores de esa era estaban el león de las cavernas, cuyos caninos estaban bastante desarrollados, pero no tenían melena; el gato dientes de sable realmente era de temer, con unos colmillos que podían llegar a medir hasta 28 centímetros, un mordisco a la yugular era muerte segura, lo mismo que si atravesaban la tráquea de su presa; la hiena pachycrocuta es una de las más grandes que han existido, casi del tamaño del león, aunque básicamente se alimentaban de los restos que dejaban los otros depredadores.
¿Y qué decir del oso cavernario? Parados en sus patas traseras podían llegar a medir hasta tres metros. Aunque eran omnívoros, se alimentaban básicamente de plantas, por lo que los humanos y ellos no competían por la comida. Eso sí, desde siempre han sido una imagen impactante puesto que aparecen con mucha frecuencia en el arte rupestre.
*¿Y en Holanda?
Gracias al trabajo del Museo Naturalis se tiene conocimiento de la evolución de la vida en este territorio desde la Época de Hielo. Por ellos sabemos que aquí habitaron todos los animales que les he mencionado además del enorme y lanudo bisonte estepario (más de mil 500 kilos de peso y una altura de 2.2 metros a la cruz), renos y alces. En cualquier momento del año puede usted visitar este museo, en Leiden, y ver parte de su colección de fósiles que incluye el esqueleto de un mamut y el de un oso cavernario. Su web: www.naturalis.nl
*¿Por qué desaparecieron?
Según científicos de las universidades inglesas de Durham, Lund y Bristol, los mamuts lanudos y otros grandes animales herbívoros empezaron a tener dificultades para encontrar alimento debido al cambio climático. Al disminuir su número, por consecuencia, los carnívoros también empezaron a desaparecer.
¿Podremos aprender la lección antes de que sea demasiado tarde?
* La exhibición Gigantes de la Edad del Hielo
Es una creación de varias instituciones europeas: Museo Neanderthal de Mettman, Alemania (www.neanderthal.de), el MAMUZ de Mistelbach, Austria (www.mamuz.at) y el Museo Cívico de Historia Natural de Jesolo, Italia (www.museojesolo.org), además del Naturalis, de Holanda.
Estará abierta hasta el 1 de marzo de 2015 en la sala de exhibiciones Ámsterdam Expo (www.amsterdamexpo.nl) Interesante y divertida para chicos y grandes. Más fotos en: www.flickr.com/photos/amsterdamexpo/
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