México, 30 junio; poderycritica.-La Secretaría de Relaciones Exteriores presentó este lunes los cuatro proyectos de vacunas mexicanos para COVID-19 que buscan financiación por parte de la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) para su desarrollo.
«Estamos involucrados en una red para que en el exterior, en esta coalición, presentemos los cuatro protocolos que hoy México tiene más avanzados, mejor integrados, para poder alcanzar el desarrollo de una vacuna en nuestro país. Consideramos que eso es estratégico», aseguró en una rueda de prensa virtual el canciller Marcelo Ebrard.
El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) resaltó que para México es prioridad desarrollar una vacuna contra el COVID-19, por lo que se busca que en el país se apliquen protocolos que están ya en fase clínica.
Aseveró que es importante asumir y decidir «que en lo sucesivo siempre tendremos como primera posición que México puede y debe desarrollar este tipo de vacunas, así como la infraestructura tecnológica que determina la salud pública».
Señaló que el otro camino era esperar a que alguien más desarrolle la vacuna y «tratemos de conseguir el desarrollo de otros países», sin embargo, resaltó que México cuenta con las capacidades científicas y de infraestructura para cumplir con esta meta.
El secretario de salud, Jorge Alcocer, señaló que al 28 de junio se reportan 17 ensayos de vacunas en evaluación clínica y 131 candidatos de vacunas en evaluación preclínica.
En este contexto, hay tres candidatos a vacuna «prometedores».
Y señaló que México «cuenta con la capacidad científica y tecnológica, para impulsar el desarrollo de la investigación biomédica, farmacológica, de la genómica y proteómica».
LOS PROYECTOS
Entre los proyectos presentados se encuentra el de la empresa veterinaria Avimex, especializada en el desarrollo de vacunas para animales y la cual, de acuerdo con Bernardo Lozano, director general de la compañía, utiliza estrategias semejantes a las usadas en aves y porcinos, y una proteína del virus SARS-CoV-2 para desarrollar una opción a corto plazo.
«Esperamos que en noviembre o diciembre podría estar disponible la vacuna», dijo.
Otro proyecto lo lidera Laura Palomares, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, el cual usa fragmentos de la proteína S que el virus utiliza para unirse a la célula humana e infectarla.
Los investigadores esperan que el organismo humano tenga una respuesta inmune contra estos segmentos que proteja contra el virus cuando infecte a las personas.
El tercer proyecto fue presentado por la Universidad Autónoma de Querétaro, donde los investigadores seleccionaron, por bioinformática, tramos con características específicas de distintas proteínas virales.
Estos tramos fueron unidos y formaron una proteína quimérica que induce la respuesta inmune en animales y es reconocida por sueros de pacientes infectados con SARS-CoV-2.
Si la respuesta en humanos es suficientemente fuerte, se esperaría que neutralizara al virus cuando entre al organismo.
El último proyecto fue presentado por investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California y del Tecnológico de Monterrey, quienes utilizan un nanoplásmido, que es una porción minúscula de ADN, el cual contiene una parte pequeñísima de un gen del SARS-CoV-2.
Al entrar al organismo, se espera que se produzca una respuesta inmune que, al igual que en los otros casos, defienda a la persona del ataque del virus.
El canciller resaltó que, independientemente de la decisión de la CEPI, estos proyectos tendrán el respaldo necesario «para seguir su desarrollo».