PODER Y CRÍTICA | REDACCIÓN | Con una participación ejemplar de la ciudadanía y la coordinación de los tres niveles de gobierno, México superó con creces la meta establecida en la Semana Nacional de Vacunación 2025, al aplicar 2 millones 211 mil 584 dosis, lo que representa el 120% del objetivo inicial de 1.8 millones de vacunas.
Durante la jornada, que se desarrolló en todo el país, se habilitaron puestos de vacunación en unidades médicas, escuelas y espacios comunitarios, lo que permitió acercar los servicios de salud a la población y reforzar la prevención de enfermedades transmisibles.
El secretario de Salud, David Kershenobich, celebró los resultados y destacó la importancia de la colaboración entre las 32 entidades federativas, así como la creciente conciencia social sobre la vacunación:
“Haber rebasado la meta deja en claro la eficacia del trabajo conjunto entre autoridades y la participación activa de la población”, afirmó.
Aunque la campaña concluyó oficialmente, las autoridades recordaron que la vacunación continúa de manera permanente en centros de salud públicos. Se hizo un llamado a madres, padres y cuidadores a completar esquemas de vacunación en niñas, niños y adolescentes, especialmente en grupos vulnerables.
El subsecretario de Políticas de Salud y Bienestar Poblacional, Ramiro López Elizalde, reiteró que vacunar es una de las acciones más eficaces para salvar vidas:
“Vacunar protege, fortalece comunidades y construye un país más saludable”.
También se reconoció el trabajo del Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CeNSIA), por su papel en la organización y logística de esta jornada nacional.
¿Por qué es importante vacunarse?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacunación previene entre 3.5 y 5 millones de muertes al año por enfermedades como sarampión, difteria, tétanos y tos ferina. Además, protege a quienes no pueden vacunarse mediante el fenómeno de inmunidad colectiva.
Incluso enfermedades aparentemente leves pueden complicarse y provocar hospitalizaciones o muertes, especialmente en niños pequeños y adultos mayores, por lo que vacunarse es un acto de responsabilidad individual y colectiva.







