Bogotá, Colombia; 2 de abril; poder&crítica.- Multitudinarias marchas contra el presidente Juan Manuel Santos y las guerrillas de las FARC se realizaron hoy en al menos 25 ciudades de Colombia, convocadas por el exmandatario Álvaro Uribe Vélez.
Una de las marchas más nutridas fue la de Bogotá, que recorrió la céntrica avenida Séptima hasta la Plaza de Bolívar, el centro del poder político, judicial y religioso de Colombia.
Las consignas de los manifestantes fueron: “No más Santos.. No más FARC, no queremos terroristas en el poder. No más corrupción. Santos traidor.. Santos, renuncie ya”.
La bandera de Colombia y la camiseta de la selección nacional predominaron en la mayoría de los manifestantes, que no dejaron de lanzar consignas a favor de Uribe Vélez, el principal opositor a las negociaciones del gobierno con la insurgencia.
Las marchas en las diferentes ciudades fueron encabezadas por los dirigentes del partido Centro Democrático, que concentra a los principales sectores de la derecha y extrema derecha de Colombia, fundado por Uribe Vélez después que terminó su mandato en 2010.
En las marchas participaron congresistas opositores, militantes del Centro Democrático, simpatizantes de Uribe Vélez, sectores del sindicalismo afines al uribismo.
Incluso estuvieron presentes exguerrilleros que negociaron la paz entre 1989 y 1991 y que fueron cooptados por los dos gobiernos de Uribe Vélez, y estudiantes universitarios de clase media y alta.
En la Avenida Séptima, que cruza la ciudad de sur a norte, también se vieron sectores de las víctimas de la guerra, familiares de secuestrados, que gritaban a todo pulmón ¡No más FARC!.
Destacó la presencia de un nutrido grupo de exmilitares y expolicías, con camisetas verde olivo del uniforme castrense, expresando su odio contra la guerrilla, y rendían homenaje a sus compañeros caídos en la guerra.
Los manifestantes al tiempo que gritaban no más corrupción, levantaban fotografías de ex funcionarios del gobierno de Uribe Vélez que están en prisión por actos de corrupción, espionaje ilegal a magistrados, opositores, periodistas y defensores de derechos humanos.
En sus consignas pedían la libertad de los exfuncionarios de Uribe Vélez, por considerar que son “presos políticos” y afectados por la supuesta persecución del gobierno de Santos al uribismo.
Para los analistas políticos, esta manifestación es una demostración que Colombia está polarizada frente a los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Además que Uribe Vélez es un líder indiscutible de la derecha colombiana, con quien el gobierno de Santos, más temprano que tarde, tendrá que negociar por la estabilidad institucional de este país que vive una guerra desde hace más de cinco décadas.