Mèxico, 10 Febrero;poderycritica.-El maestro Rubén, aunque contaba con estudios de doctorado, solía presentarse como maestro rural, acudía a dar clases en el Instituto Superior de Investigación y Docencia para el Magisterio (ISIDM) a bordo de un vehículo viejo.
Entre los profesores impera la incredulidad, ya que se desconocía que Rubén percibía más de 193 mil pesos mensuales. Por tal motivo, será enjuiciado por fraude, ya que por muchos años recibió salarios por dos plazas (una estatal y otra federal) que no eran compatibles por carga horaria.
El maestro Rubén era conocido y respetado por sus habilidades y experiencia, incluso, la actual directora del ISIDM, Liliana Lira, lo conoció como colega, pero también como alumna.
“Yo llegué y él ya estaba aquí, más o menos estaba como desde 2008. Los alumnos tenían buenas opiniones de él. Era metódico, sistemático, hacía sus planeaciones, llegaba a sus clases, daba asesoría, tuvo varias tutorías de tesis. De todo eso hay evidencia. Cumplía, asistía a las juntas de academia, fue mi maestro en el doctorado; sí tuvo el rigor como maestro. Conocedor del tema: Análisis de las instituciones educativas. La impresión que yo tengo de él es como académico.
“Sorprende porque es compañero de trabajo, pero lo que ha de ser legal y bajo norma que se cumpla… cuando no son compatibles (las plazas) se detecta desde Secretaría de Educación, tarde o temprano se detecta. Sí sorprende porque aquí cumplió, aportaba”.
En el rostro de la maestra puede percibirse tristeza, pues el escándalo sacude al magisterio, ya que se le consideraba un profesor comprometido, tenía creatividad para la diversidad de actividades pedagógicas, en las juntas de academia discutía con sus compañeros, pero también sabía llegar a acuerdos.
Este diario recorrió algunas de las aulas donde Rubén compartía su conocimiento a docentes estudiantes de posgrado. Se le recuerda por su sencillez, no era ostentoso, incluso solía presentarse como profesor rural.
“Nada ostentoso, un carrito sencillo. A veces venía de traje cuando iba a ir a un evento, pero regularmente no se vestía fuera de lugar, como cualquier otro profe”, subrayó el asesor y catedrático, Arturo Flores Esparza. Aunque reconoce que como maestro no era el mejor ni el peor, sí era experimentado.
“Yo trabajé con él la materia de Significación de la práctica docente. Es una materia encaminada a analizar nuestro propio trabajo. Él tenía mucha experiencia en ese rubro. No sabemos qué fue lo que pasó. De mi parte, hay extrañeza. Tanto como sorprenderme la noticia, no supimos que andaba en problemas, que lo hayan exhibido de la manera en como lo hicieron, sí (sorprendió), bastante.
“No conozco todos los detalles del caso, sabemos que los profesores estamos vilipendiados, nos tratan como si no fuéramos los profesionistas que pretendemos ser, así que es sólo un problema más”.