Guadalajara, Jalisco, 20 de noviembre; poderycritica.-La temporada de ópera 2015, en el Teatro Degollado, promete ser un completo éxito. Y es que después de presentar el melodrama “Rigoletto” de Giuseppe Verdi, el drama lírico “Madama Butterfly” —que ya es un hito dentro del repertorio operístico mundial— llegará a seducir los gustos del público tapatío con los esfuerzos de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), el Coro del Estado y con los artistas solistas de gran talla internacional, para revivir la magia de la ópera trágica del compositor italiano Giacomo Puccini.
De esa manera, Marco Parisotto director titular de la OFJ, detalló que la selección de los solistas que interpretarán “Madama Butterfly” se basó en la experiencia de cada uno de los artistas, destacando la participación del tenor James Valenti, quien ha recreado la voz de B.f. Pinkerton más de 70 veces.
“Cada vez que canto la parte de Pinkerton la gente me abuchea, pero no por el canto, sino por el perfil de Pinkerton, como una persona ‘mala’. Pero aún con todo esto amo la música de Puccini”, expresó el tenor, agradecido por participar en el montaje.
Igualmente la soprano Svetlana Aksenova manifestó que desde hace años ha interpretado al protagónico Cio-Cio San. Sin embargo, comentó que en esta intervención está muy emocionada por encontrarse con una producción distinta a la que ella representó por primera vez en Guadalajara hace algunos años. “Otra de las sorpresas a la que me enfrenté en esta producción fue la mejora de la Orquesta Filarmónica de Jalisco”, aseveró.
La complejidad de la obra
Marco Parisotto, titular de la OFJ, y Ragnar Conde, director de escena, coincidieron en que “Madama Butterfly” representa una complejidad en el nivel musical y en el terreno de la actuación. “No hay un solo compás que el compositor haya dejado libre para hacer repeticiones. Todo es una serie de procesos mentales; esta ópera pertenece al género del Verismo, donde todo se trata de acercar (las escenas) lo más posible a la realidad. El trabajo actoral es sumamente importante”, precisó Ragnar.
En el caso de Cio-Cio San (Svetlana), la dificultad radica desde que entra a escena, ya que durante dos horas y media solo tiene alrededor de cinco minutos para dejar la plataforma musical; así mismo afirmó Conde, que actuar el personaje de geisha es un reto para la soprano. “Hacer la formación de una geisha es casi como si a Svetlana la hubieran encerrado en un casco de porcelana, porque todas sus expresiones tienen que filtrarse a través de esa máscara y de su voz para proyectar lo que le está pasando a Cio-Cio San”.