La aún presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (Jugocopo) de la XVI Legislatura, Reyna Arely Durán Ovando, logró prolongar su salida de la Jugocopo hasta que pase la contingencia sanitaria del Coronavirus (COVID-19), pues asesorada por el colmilludo operador del gobierno del estado, Eduardo Martínez Arcila, quitó del orden del día de la sesión de ayer su destitución como Coordinadora del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Esta es la misma Reyna que en diciembre pasado defendiera a capa y espada su derecho de ser la coordinadora de Morena, avalada por cinco de los nueve diputados que componen el Grupo Parlamentario, ayer siete de los nueve le dijeron que ya no la quieren más en el cargo; ante ello, prefirió aliarse con los enemigos del pueblo de Quintana Roo, los diputados Eduardo Martínez Arcila (PAN), José Luis “Chanito” Toledo Medina (Movimiento Ciudadano), José Luis Guillén López (MAS) y Carlos Hernández Blanco (PRI) para dejar sin efecto el oficio que los de Morena ingresaron a oficialía de Partes.
Pero no se quedó ahí, la Jugocopo que preside Reyna Durán arremetió contra el Secretario General del Congreso, Arturo Castro Duarte y del subsecretario de Procesos Legislativos, Marco Otero Ramírez a quienes renunció casi de manera inmediata luego de una polémica sesión ordinaria de la XVI Legislatura en donde el punto en discordia fue la lectura del documento donde se notificó de la designación de Alberto Batun Chulim como coordinador de bancada y por ende presidente de la Jugocopo, en sustitución de Reyna Durán Ovando.
Más tarde algunos integrantes de la Jugocopo sostuvieron una reunión y determinaron destituir a Castro Duarte y Otero Ramírez. Los documentos en donde se notifica de la destitución de estos directivos del Congreso del Estado fueron signados por Reyna Duran, como “presidenta” de la Jugocopo, los coordinadores de bancada Pedro Pérez, Atenea Gómez Ricalde y Carlos Hernández Blanco. Además de José Luis Toledo Medina, que solo tiene voz en la Jugocopo.
De todo esto puedo deducir que la morenista Reyna Durán Ovando viola los principios del que dice es su líder, Andrés Manuel López Obrador, quien tiene como bandera “no robar, no mentir y no traicionar al pueblo”.
Reyna Durán no sólo ha manejado mal los 90 millones de pesos que se le asignan de manera discrecional para operatividad del Congreso, sino que miente con cada una de sus acciones; pero lo más grave es que ha traicionado al pueblo colocándose del lado del poder del Estado, pues ya no es un secreto que obedece a los caprichos legislativos del Palacio de Gobierno. Sus enlaces en el congreso son el panista Eduardo Martínez Arcila y el neopolítico del MAS, José Luis Guillén López.
Para mantenerse unos días más en el poder, Reyna Durán y sus secuaces determinaron suspender todas las actividades en el Congreso del Estado hasta nuevo aviso o por lo menos hasta el 20 de abril próximo, que fijaron las autoridades federales como medida preventiva por la emergencia del coronavirus, del cual ya se confirmaron seis casos en la entidad.
Pero no hay plazo que no se venza y tiempo que no se cumpla, así como operó de manera sospechosa para llegar a la Jugocopo, así también operarán contra ella para destituirla; son siete de nueve disputados de morena que ya no la quieren, por haberse vendido al poder y llenarse de soberbia y arrogancia.
SASCAB
Y el Tren Maya pues siempre sí va, solo que ahora serán los ingenieros del Ejército Mexicano los que van a ayudar a construir dos tramos grandes del Tren Maya, para que así András Manuel López Obrador en el 2023 tenga los mil 500 kilómetros de vía por donde debe correr este medio de transporte.
¿Usted qué opina? Nos leemos en la próxima entrega.
- Caminos del Mayab, opinión de Martín G. Iglesias