Ciudad de México; 1 de abril; poder&crítica.- Aprender a ver la vida, la vejez y la muerte como parte del mismo ciclo, para así poder enfrentar lo inevitable, es la propuesta del montaje “Todavía… siempre”, que arrancó temporada en el Teatro El Granero, del Centro Cultural del Bosque (CCB), donde tendrá funciones hasta el 24 de abril.
Con dramaturgia de Conchi León, a una idea original de Claudio Valdés Kuri (Teatro de Ciertos Habitantes), la obra de corte intimista e interactivo cuenta con la actuación de la primera actriz mexicana Tara Parra (1932) y el apoyo escénico de Guillermo García Proal, así como de alguna persona del público que desee participar.
La trama cuenta la historia de una octogenaria mujer que escapa de un hospital donde sus hijos han decidido someterla a una diálisis, ante la idea de hacer hasta lo imposible para salvarla de la muerte. Ella, sin embargo, lo único que desea es reunirse con el hombre de su vida, con quien desea bailar una última pieza.
Destaca la espléndida actuación de Tara Parra, quien a sus 83 años de edad logra una emotiva actuación, despertando un cúmulo de sentimientos en el espectador que van de la ternura a la comprensión, pasando por la admiración para todas aquellas mujeres a las que de alguna manera representa.
La mujer que lo deja todo por la familia, la madre fuerte que saca sola a los hijos adelante, la que asume su vejez y su deterioro como algo natural y quiere que en su entorno la comprendan y la dejen morir en paz, en su casa, rodeada de sus afectos.
En escena, sólo una banca de parque y ella en una silla de ruedas van desatando la reflexión sobre aspectos como la vejez, la enfermedad o la muerte misma, sin mayor pretensión que convertirlos en temas cotidianos, que no asusten al espectador, y contribuir así a propiciar un mejor acompañamiento del moribundo.
“Nuestro anhelo es ofrecer una visión distinta, promover pensamientos y acciones que sirvan para abordar la muerte de una manera más luminosa, mientras que todavía podamos hacerlo, sabiendo que todo aquello que hagamos por la expansión de la conciencia hoy perdurará siempre”, explica Valdés Kuri.
La pieza está basada en tres fuentes, las experiencias de Silvia Kuri (madre del director), las de Tara Parra, y las enseñanzas del monje tibetano Sogyal Rimpoché al que Conchi León recurrió para comprender de mejor manera lo compartido por ambas mujeres.
“Era un trabajo complejo, delicado, que se llevó casi 10 años desde el momento en que surge la idea hasta que hace tres años finalmente se monta por primera vez”, comentó León, quien vuelve a dar cuenta de esa escritura amorosa con la que siempre rúbrica sus obras.
Lo que pretende, señaló en entrevista previa, “es ampliar esa cultura de que la muerte no es una tragedia, porque desafortunadamente en México no hay esa cultura de acompañar al buen morir, sino la de hacer lo que sea para mantener a nuestros seres queridos con vida, más allá de las calidad de vida que les estemos dando”.
A le fecha, el montaje ha hecho giras por la República Mexicana, e incluso ha sido llevada a España; le ha ido muy bien y seguramente la gente de El Granero también la acogerá de buena manera, confió la autora de otros montajes entrañables como “Cachorro de León”, que a partir de hoy cumplirá una breve temporada en esta ciudad, con cuatro funciones en La Teatrería, los días 1, 8, 15 y 22 de abril