Washington, 5 Ago (Notimex).- Cientos de líderes religiosos y judíos pidieron hoy al presidente estadunidense Barack Obama negociar la inmediata liberación del contratista Alan Gross, preso en Cuba desde 2009 y quien se ha resignado a morir en prisión, según sus abogados.
“Alan se ha vuelto retraído y me dijo que su vida en prisión no vale la pena”, denunció este martes Scott Gilbert, abogado de Gross.
Indicó que el contratista estadunidense está confinado a una pequeña celda las 24 horas del día, mientras su salud continúa deteriorándose.
Un comunicado divulgado por la firma de abogados que lo representa, señaló que en la más reciente visita que su esposa Judy y su hija Nina le hicieron en prisión, Gross se despidió de ambas y se rehusa a aceptar visitas, aún de personal de la sección de intereses de Estados Unidos en La Habana.
Gross “les dijo que no cree poder vivir mucho tiempo más en prisión, y se despidió de ellas”, agregó el comunicado.
También se dio a conocer que 300 rabinos firmaron una carta dirigida al presidente Obama en la que piden la intervención directa del gobierno para liberar al ex contratista de la Agencia Internacional para el Desarrollo de Estados Unidos (USAID).
“Alan fue a Cuba a nombre de nuestro gobierno. Su inmediata liberación de prisión y regreso a Estados Unidos deben ser una prioridad para nuestra nación”, indicaron los lideres religiosos en su misiva.
Expresaron su preocupación por el hecho de que Gross languidece en una prisión mientras su salud sigue empeorando.
Gilbert dijo que su cliente ha perdido la mayor parte de su vista del ojo derecho, “sus caderas no lo ayudan y apenas puede caminar y ha abandonado cualquier intento para hacer ejercicio”.
Gross fue detenido en Cuba en 2009 y acusado de espionaje mientras trabaja como contratista de la USAID, y en un proceso denunciado por Estados Unidos como irregular, fue convicto y sentenciado a 15 años de prisión.
En abril pasado Gross realizó una breve huelga de hambre de cuatro días para protestar por el manejo de su caso por parte de los gobiernos de Cuba y Estados Unidos.